TRES DE FEBRERO, Julio 21, (PUNTO CERO) Un nuevo conflicto se generó entre el dirigente vecinalista José Valle y la administración municipal de Hugo Curto cuando en una medida extrema y poco política le negaron la renovación de su registro de conducir.
El conflicto se dio porque desde el Municipio no se lo encontró cuando se le mandó algunas cartas documentos. Valle había injuriado a la administración municipal a través de sus afiches, según consideró la secretaria de Planeamiento, Dora Curcio.
Cuando las misivas volvieron al municipio, lo hicieron con un dato categórico: "Se mudó", dijo oficialmente el Correo Argentino. Desde el oficialismo, inclusive, se sostiene que no vive en el distrito y que su forma de hacer política es a través de los medios.
Con este precedente, Curcio emitió un memorando a las áreas municipales como Tránsito, donde el polémico dirigente podía acercarse a sacar un registro. Y, como si hubiera previsto algo... Lo que podía pasar, pasó.
El jueves pasado, en horas de la mañana, Valle se acercó hasta el segundo piso del edificio municipal para renovar su carnet de conducir y ante su sorpresa se enteró de boca del propio director, Juan Carlos Moreno, que tenía la orden de no emitir el documento requerido.Una increíble falta de tacto pero que refleja el manejo firme que el Ejecutivo tiene con respecto de los que se oponen a su gestión, hizo que un simple trámite se transformase en un escándalo político puesto que Valle volvió el lunes y, con medios nacionales y zonales al lado, insistió, aunque ahora con un nuevo domicilio.
“Esto no hace mas que certificar que él no vivía allí”, dijo Curcio a Alejandro Cancelare de 24CON cuando se le consultó sobre este nuevo episodio, y agregó que si bien puede sonar antipática la decisión, “si no cumplíamos con la Ley él mismo se hubiera encargado en publicitarlo por todos lados”.
La situación de extrema legalidad no condice con la permisividad que se observa con varios funcionarios de primera línea municipal que no viven en el distrito pero tienen registro de Tres de Febrero.
El conflicto se dio porque desde el Municipio no se lo encontró cuando se le mandó algunas cartas documentos. Valle había injuriado a la administración municipal a través de sus afiches, según consideró la secretaria de Planeamiento, Dora Curcio.
Cuando las misivas volvieron al municipio, lo hicieron con un dato categórico: "Se mudó", dijo oficialmente el Correo Argentino. Desde el oficialismo, inclusive, se sostiene que no vive en el distrito y que su forma de hacer política es a través de los medios.
Con este precedente, Curcio emitió un memorando a las áreas municipales como Tránsito, donde el polémico dirigente podía acercarse a sacar un registro. Y, como si hubiera previsto algo... Lo que podía pasar, pasó.
El jueves pasado, en horas de la mañana, Valle se acercó hasta el segundo piso del edificio municipal para renovar su carnet de conducir y ante su sorpresa se enteró de boca del propio director, Juan Carlos Moreno, que tenía la orden de no emitir el documento requerido.Una increíble falta de tacto pero que refleja el manejo firme que el Ejecutivo tiene con respecto de los que se oponen a su gestión, hizo que un simple trámite se transformase en un escándalo político puesto que Valle volvió el lunes y, con medios nacionales y zonales al lado, insistió, aunque ahora con un nuevo domicilio.
“Esto no hace mas que certificar que él no vivía allí”, dijo Curcio a Alejandro Cancelare de 24CON cuando se le consultó sobre este nuevo episodio, y agregó que si bien puede sonar antipática la decisión, “si no cumplíamos con la Ley él mismo se hubiera encargado en publicitarlo por todos lados”.
La situación de extrema legalidad no condice con la permisividad que se observa con varios funcionarios de primera línea municipal que no viven en el distrito pero tienen registro de Tres de Febrero.
Valle no sólo tenía el domicilio de esa localidad en su DNI, sino que votó allí en las últimas elecciones y se casó, hace dos meses, en el Registro Civil de Caseros. Sin embargo, la fortísima campaña en contra de Curto hace que cada uno de sus actos municipales sea seguido por un excesivo celo por parte de sus autoridades, y lo descalifican (PUNTO CERO).
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