SAN ISIDRO, Julio 25, (PUNTO CERO) Este viernes 25 partirá desde San Isidro con destino a Formosa el grupo de trabajo que se propone asistir a las tres principales comunidades aborígenes de esa provincia.
Es en la Fundación Miravais donde se generó este proyecto que, impulsado por Federico Castello, con su visión sociológica, junto a la Lic. en psicología Carolina Sabatini y Antonio Stefanelli desde la psicopedagogía en el equipo coordinado por la Lic. Zulema Musi, busca estrechar lazos y asistir a las comunidades aborígenes de Formosa. Claro que no parten de cero. Cuentan con el psicólogo social y sociólogo Miguel Maciel, a quien por su conocimiento y acercamiento a esas comunidades muchos lo conocen como al “Cacique Blanco”.
Desde su lugar de residencia en la provincia del nordeste argentino Maciel dijo en un mensaje a la fundación: “me resulta gratificante percibir la cuota de entusiasmo y compromiso que una problemática tan compleja y difícil ha despertado en ustedes. En los tiempos que nos tocan vivir no resulta frecuente encontrar gente joven con ganas de comprometerse con la historia, la tradición y la cultura. En definitiva, nuestras propias raíces”, se entusiasmó.
“El mismo origen cosmopolita de nuestra sociedad y cultura, a través de los tiempos, ha actuado con desdén y olvido de aquellos originarios, "dueños de la tierra y el lugar", que con la llegada de la mal llamada "civilización", resultaron desplazados y marginados. No en vano el propio Papa Juan XXIII pidió perdón por el más grande genocidio de la historia de la humanidad en tiempos de la conquista (y la Iglesia con su participación especial en las tareas de "evangelización", con la doctrina de la inquisición como bandera). Pero estas realidades nos encuentran hoy, en el siglo XXI con muchas cosas aún para ser consideradas”, afirmó.
Sin dudas que más allá del reconocimiento formal de las Leyes es necesario el reconocimiento social y la solidaridad hacia las comunidades aborígenes, sostienen en la Fundación.
Federico Castello detalló aspectos del proyecto generado desde San Isidro. Es en esencia “tratar las problemáticas emergentes que afectan a los pueblos originarios de la provincia de Formosa, entablando lazos permanentes que faciliten un conocimiento más profundo de sus etnias y culturas, con la finalidad de contrarrestar la marginalidad de la cual son víctimas y produce un obstáculo a su bienestar”.
Tendrá por destinatario a “las tres grandes etnias en sus respectivas comunidades: los Tobas, en el Este (Formosa capital), los Wichi (o Matacos) en el Oeste y los Pilagás” (en el centro de la provincia de Formosa).
“Los pueblos originarios se encuentran en una situación desfavorable en relación al crecimiento de las civilizaciones. Sus etnias y costumbres, responden a tradiciones que se ven perjudicadas en su desenvolvimiento por la marginalidad en la que se encuentran. Esta desventajosa postura social, la cual se ven obligados a asumir, se nutre en el desinterés y falta de reconocimiento por parte de la sociedad no aborigen que se expande territorialmente, creando roces e intereses opuestos con las mencionadas tribus. La aculturación que impone la sociedad dominante, es el principal factor que atenta contra la integridad de etnias originarias del territorio nacional”, apunta Castello.
Los objetivos del proyecto, subraya Castello, son:
· Establecer redes de interacción permanente entre los pueblos originarios de Formosa y la Fundación Miravais, para poder discernir los emergentes principales que afectan su bienestar.
· Ofrecer nuestro respaldo y apoyo para tratar las problemáticas que se nos den a conocer por medio del contacto directo.
· Facilitar los medios posibles para reducir sus carencias en los distintos planos afectados, incentivando redes solidarias y estableciendo una integración social que contrarreste la marginalidad en la que viven.
· Fundamentalmente transmitir nuestro respeto por las etnias originarias de nuestro país, valorando las diferencias que presentan en referencia a la nuestra y de esta forma no contribuir a la discriminación de la cual son víctimas y que determina las relaciones sociales existentes.
· Incentivar el resurgimiento de los valores culturales que están opacados por el sometimiento a otra cultura.
Es en la Fundación Miravais donde se generó este proyecto que, impulsado por Federico Castello, con su visión sociológica, junto a la Lic. en psicología Carolina Sabatini y Antonio Stefanelli desde la psicopedagogía en el equipo coordinado por la Lic. Zulema Musi, busca estrechar lazos y asistir a las comunidades aborígenes de Formosa. Claro que no parten de cero. Cuentan con el psicólogo social y sociólogo Miguel Maciel, a quien por su conocimiento y acercamiento a esas comunidades muchos lo conocen como al “Cacique Blanco”.
Desde su lugar de residencia en la provincia del nordeste argentino Maciel dijo en un mensaje a la fundación: “me resulta gratificante percibir la cuota de entusiasmo y compromiso que una problemática tan compleja y difícil ha despertado en ustedes. En los tiempos que nos tocan vivir no resulta frecuente encontrar gente joven con ganas de comprometerse con la historia, la tradición y la cultura. En definitiva, nuestras propias raíces”, se entusiasmó.
“El mismo origen cosmopolita de nuestra sociedad y cultura, a través de los tiempos, ha actuado con desdén y olvido de aquellos originarios, "dueños de la tierra y el lugar", que con la llegada de la mal llamada "civilización", resultaron desplazados y marginados. No en vano el propio Papa Juan XXIII pidió perdón por el más grande genocidio de la historia de la humanidad en tiempos de la conquista (y la Iglesia con su participación especial en las tareas de "evangelización", con la doctrina de la inquisición como bandera). Pero estas realidades nos encuentran hoy, en el siglo XXI con muchas cosas aún para ser consideradas”, afirmó.
Sin dudas que más allá del reconocimiento formal de las Leyes es necesario el reconocimiento social y la solidaridad hacia las comunidades aborígenes, sostienen en la Fundación.
Federico Castello detalló aspectos del proyecto generado desde San Isidro. Es en esencia “tratar las problemáticas emergentes que afectan a los pueblos originarios de la provincia de Formosa, entablando lazos permanentes que faciliten un conocimiento más profundo de sus etnias y culturas, con la finalidad de contrarrestar la marginalidad de la cual son víctimas y produce un obstáculo a su bienestar”.
Tendrá por destinatario a “las tres grandes etnias en sus respectivas comunidades: los Tobas, en el Este (Formosa capital), los Wichi (o Matacos) en el Oeste y los Pilagás” (en el centro de la provincia de Formosa).
“Los pueblos originarios se encuentran en una situación desfavorable en relación al crecimiento de las civilizaciones. Sus etnias y costumbres, responden a tradiciones que se ven perjudicadas en su desenvolvimiento por la marginalidad en la que se encuentran. Esta desventajosa postura social, la cual se ven obligados a asumir, se nutre en el desinterés y falta de reconocimiento por parte de la sociedad no aborigen que se expande territorialmente, creando roces e intereses opuestos con las mencionadas tribus. La aculturación que impone la sociedad dominante, es el principal factor que atenta contra la integridad de etnias originarias del territorio nacional”, apunta Castello.
Los objetivos del proyecto, subraya Castello, son:
· Establecer redes de interacción permanente entre los pueblos originarios de Formosa y la Fundación Miravais, para poder discernir los emergentes principales que afectan su bienestar.
· Ofrecer nuestro respaldo y apoyo para tratar las problemáticas que se nos den a conocer por medio del contacto directo.
· Facilitar los medios posibles para reducir sus carencias en los distintos planos afectados, incentivando redes solidarias y estableciendo una integración social que contrarreste la marginalidad en la que viven.
· Fundamentalmente transmitir nuestro respeto por las etnias originarias de nuestro país, valorando las diferencias que presentan en referencia a la nuestra y de esta forma no contribuir a la discriminación de la cual son víctimas y que determina las relaciones sociales existentes.
· Incentivar el resurgimiento de los valores culturales que están opacados por el sometimiento a otra cultura.
SAN ISIDRO, Julio 25, (PUNTO CERO) Este viernes 25 partirá desde San Isidro con destino a Formosa el grupo de trabajo que se propone asistir a las tres principales comunidades aborígenes de esa provincia.
Es en la Fundación Miravais donde se generó este proyecto que, impulsado por Federico Castello, con su visión sociológica, junto a la Lic. en psicología Carolina Sabatini y Antonio Stefanelli desde la psicopedagogía en el equipo coordinado por la Lic. Zulema Musi, busca estrechar lazos y asistir a las comunidades aborígenes de Formosa. Claro que no parten de cero. Cuentan con el psicólogo social y sociólogo Miguel Maciel, a quien por su conocimiento y acercamiento a esas comunidades muchos lo conocen como al “Cacique Blanco”.
Desde su lugar de residencia en la provincia del nordeste argentino Maciel dijo en un mensaje a la fundación: “me resulta gratificante percibir la cuota de entusiasmo y compromiso que una problemática tan compleja y difícil ha despertado en ustedes. En los tiempos que nos tocan vivir no resulta frecuente encontrar gente joven con ganas de comprometerse con la historia, la tradición y la cultura. En definitiva, nuestras propias raíces”, se entusiasmó.
“El mismo origen cosmopolita de nuestra sociedad y cultura, a través de los tiempos, ha actuado con desdén y olvido de aquellos originarios, "dueños de la tierra y el lugar", que con la llegada de la mal llamada "civilización", resultaron desplazados y marginados. No en vano el propio Papa Juan XXIII pidió perdón por el más grande genocidio de la historia de la humanidad en tiempos de la conquista (y la Iglesia con su participación especial en las tareas de "evangelización", con la doctrina de la inquisición como bandera). Pero estas realidades nos encuentran hoy, en el siglo XXI con muchas cosas aún para ser consideradas”, afirmó.
Sin dudas que más allá del reconocimiento formal de las Leyes es necesario el reconocimiento social y la solidaridad hacia las comunidades aborígenes, sostienen en la Fundación.
Federico Castello detalló aspectos del proyecto generado desde San Isidro. Es en esencia “tratar las problemáticas emergentes que afectan a los pueblos originarios de la provincia de Formosa, entablando lazos permanentes que faciliten un conocimiento más profundo de sus etnias y culturas, con la finalidad de contrarrestar la marginalidad de la cual son víctimas y produce un obstáculo a su bienestar”.
Tendrá por destinatario a “las tres grandes etnias en sus respectivas comunidades: los Tobas, en el Este (Formosa capital), los Wichi (o Matacos) en el Oeste y los Pilagás” (en el centro de la provincia de Formosa).
“Los pueblos originarios se encuentran en una situación desfavorable en relación al crecimiento de las civilizaciones. Sus etnias y costumbres, responden a tradiciones que se ven perjudicadas en su desenvolvimiento por la marginalidad en la que se encuentran. Esta desventajosa postura social, la cual se ven obligados a asumir, se nutre en el desinterés y falta de reconocimiento por parte de la sociedad no aborigen que se expande territorialmente, creando roces e intereses opuestos con las mencionadas tribus. La aculturación que impone la sociedad dominante, es el principal factor que atenta contra la integridad de etnias originarias del territorio nacional”, apunta Castello.
Los objetivos del proyecto, subraya Castello, son:
· Establecer redes de interacción permanente entre los pueblos originarios de Formosa y la Fundación Miravais, para poder discernir los emergentes principales que afectan su bienestar.
· Ofrecer nuestro respaldo y apoyo para tratar las problemáticas que se nos den a conocer por medio del contacto directo.
· Facilitar los medios posibles para reducir sus carencias en los distintos planos afectados, incentivando redes solidarias y estableciendo una integración social que contrarreste la marginalidad en la que viven.
· Fundamentalmente transmitir nuestro respeto por las etnias originarias de nuestro país, valorando las diferencias que presentan en referencia a la nuestra y de esta forma no contribuir a la discriminación de la cual son víctimas y que determina las relaciones sociales existentes.
· Incentivar el resurgimiento de los valores culturales que están opacados por el sometimiento a otra cultura.
Es en la Fundación Miravais donde se generó este proyecto que, impulsado por Federico Castello, con su visión sociológica, junto a la Lic. en psicología Carolina Sabatini y Antonio Stefanelli desde la psicopedagogía en el equipo coordinado por la Lic. Zulema Musi, busca estrechar lazos y asistir a las comunidades aborígenes de Formosa. Claro que no parten de cero. Cuentan con el psicólogo social y sociólogo Miguel Maciel, a quien por su conocimiento y acercamiento a esas comunidades muchos lo conocen como al “Cacique Blanco”.
Desde su lugar de residencia en la provincia del nordeste argentino Maciel dijo en un mensaje a la fundación: “me resulta gratificante percibir la cuota de entusiasmo y compromiso que una problemática tan compleja y difícil ha despertado en ustedes. En los tiempos que nos tocan vivir no resulta frecuente encontrar gente joven con ganas de comprometerse con la historia, la tradición y la cultura. En definitiva, nuestras propias raíces”, se entusiasmó.
“El mismo origen cosmopolita de nuestra sociedad y cultura, a través de los tiempos, ha actuado con desdén y olvido de aquellos originarios, "dueños de la tierra y el lugar", que con la llegada de la mal llamada "civilización", resultaron desplazados y marginados. No en vano el propio Papa Juan XXIII pidió perdón por el más grande genocidio de la historia de la humanidad en tiempos de la conquista (y la Iglesia con su participación especial en las tareas de "evangelización", con la doctrina de la inquisición como bandera). Pero estas realidades nos encuentran hoy, en el siglo XXI con muchas cosas aún para ser consideradas”, afirmó.
Sin dudas que más allá del reconocimiento formal de las Leyes es necesario el reconocimiento social y la solidaridad hacia las comunidades aborígenes, sostienen en la Fundación.
Federico Castello detalló aspectos del proyecto generado desde San Isidro. Es en esencia “tratar las problemáticas emergentes que afectan a los pueblos originarios de la provincia de Formosa, entablando lazos permanentes que faciliten un conocimiento más profundo de sus etnias y culturas, con la finalidad de contrarrestar la marginalidad de la cual son víctimas y produce un obstáculo a su bienestar”.
Tendrá por destinatario a “las tres grandes etnias en sus respectivas comunidades: los Tobas, en el Este (Formosa capital), los Wichi (o Matacos) en el Oeste y los Pilagás” (en el centro de la provincia de Formosa).
“Los pueblos originarios se encuentran en una situación desfavorable en relación al crecimiento de las civilizaciones. Sus etnias y costumbres, responden a tradiciones que se ven perjudicadas en su desenvolvimiento por la marginalidad en la que se encuentran. Esta desventajosa postura social, la cual se ven obligados a asumir, se nutre en el desinterés y falta de reconocimiento por parte de la sociedad no aborigen que se expande territorialmente, creando roces e intereses opuestos con las mencionadas tribus. La aculturación que impone la sociedad dominante, es el principal factor que atenta contra la integridad de etnias originarias del territorio nacional”, apunta Castello.
Los objetivos del proyecto, subraya Castello, son:
· Establecer redes de interacción permanente entre los pueblos originarios de Formosa y la Fundación Miravais, para poder discernir los emergentes principales que afectan su bienestar.
· Ofrecer nuestro respaldo y apoyo para tratar las problemáticas que se nos den a conocer por medio del contacto directo.
· Facilitar los medios posibles para reducir sus carencias en los distintos planos afectados, incentivando redes solidarias y estableciendo una integración social que contrarreste la marginalidad en la que viven.
· Fundamentalmente transmitir nuestro respeto por las etnias originarias de nuestro país, valorando las diferencias que presentan en referencia a la nuestra y de esta forma no contribuir a la discriminación de la cual son víctimas y que determina las relaciones sociales existentes.
· Incentivar el resurgimiento de los valores culturales que están opacados por el sometimiento a otra cultura.
· Los interesados en apoyar esta iniciativa de la Fundación Miravais o en obtener mayor información, pude comunicarse al 4735-4763. (PUNTO CERO).
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