SAN FERNANDO, Julio 23, (PUNTO CERO) Por Laura San José. ”Mi padre me decía que cuando ocupara un cargo que haya sido dado por el voto de la gente, recordara que siempre detrás de un frío papel o carpeta o expediente hay una persona esperando un resultado”, recuerda. Entonces el despacho de Susana Villar, concejala por el bloque “Vecinalista” de San Fernando está lleno de gente así como su escritorio lleno de papeles y carpetas.
“El compromiso lo tuve desde que era muy chica: formé parte de una comisión de ex alumnos, donde yo era la tesorera de esa pequeña cooperadota.”. Después vino la militancia política.
Mientras transcurría la dictadura tuvo una hija y entonces cuenta que “en esa época trabajaba pero después me dedique a la familia”.
Sin embargo en el periodo democrático retomó sus andanzas y se incorporó a la política, “muy de abajo comencé”, dice. Conoce San Fernando hace 36 años “y ahí empecé a caminar, a dialogar, a ver la problemática del distrito y a militar otra vez”, resume en acciones su comienzo.
Sus ojos verdes contrastan con la vestimenta en composé color violeta y con un maquillaje que carga la cara de color.
Es Licenciada en Recursos Humanos y ya sentada en la banca que le presta la concejalía siguió haciendo cursos por que cree que “el político puede tener una gran vocación pero también el perfeccionamiento es importante para la disciplina política”.
Define al trabajo del concejal como “el compromiso de brindar lo que solicita el vecino, estar en las cosas cotidianas de todo los días” y agrega que ella “es un bloque unipersonal y por eso tengo más responsabilidad y trabajo”.
Hace más de 15 años que está separada, es abuela de Agustina que con sus tres añitos la hace feliz.
“No soy opositora por la oposición misma, trato de ser expeditiva y en lo que tengo que apoyar al intendente lo hago”, así lo reconoce y no es poco.
Una salida ideal: “Busco la tranquilidad yendo a lugares cercanos a la Zona Norte como: Campana, Escobar, Zárate. Y por mi cercanía al río busco los lugares que se acercan a la costa”, confiesa.
“El agua me atrae…”
¿Será por su calma?
¿Será por su profundidad?¿O será por los dos?
“El compromiso lo tuve desde que era muy chica: formé parte de una comisión de ex alumnos, donde yo era la tesorera de esa pequeña cooperadota.”. Después vino la militancia política.
Mientras transcurría la dictadura tuvo una hija y entonces cuenta que “en esa época trabajaba pero después me dedique a la familia”.
Sin embargo en el periodo democrático retomó sus andanzas y se incorporó a la política, “muy de abajo comencé”, dice. Conoce San Fernando hace 36 años “y ahí empecé a caminar, a dialogar, a ver la problemática del distrito y a militar otra vez”, resume en acciones su comienzo.
Sus ojos verdes contrastan con la vestimenta en composé color violeta y con un maquillaje que carga la cara de color.
Es Licenciada en Recursos Humanos y ya sentada en la banca que le presta la concejalía siguió haciendo cursos por que cree que “el político puede tener una gran vocación pero también el perfeccionamiento es importante para la disciplina política”.
Define al trabajo del concejal como “el compromiso de brindar lo que solicita el vecino, estar en las cosas cotidianas de todo los días” y agrega que ella “es un bloque unipersonal y por eso tengo más responsabilidad y trabajo”.
Hace más de 15 años que está separada, es abuela de Agustina que con sus tres añitos la hace feliz.
“No soy opositora por la oposición misma, trato de ser expeditiva y en lo que tengo que apoyar al intendente lo hago”, así lo reconoce y no es poco.
Una salida ideal: “Busco la tranquilidad yendo a lugares cercanos a la Zona Norte como: Campana, Escobar, Zárate. Y por mi cercanía al río busco los lugares que se acercan a la costa”, confiesa.
“El agua me atrae…”
¿Será por su calma?
¿Será por su profundidad?¿O será por los dos?
...La profundidad que permite que se geste una revolución en su interior viendo por fuera la calma… (PUNTO CERO).
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