MALVINAS ARGENTINAS, Noviembre 12, (PUNTO CERO) No queda ninguna duda, que la división de los distritos ha provocado grandes cambios en toda la región General Sarmiento y que cada uno de los nuevos municipios se tuvo que adaptar a su nueva geografía e intentar los avances de la mejor manera posible y cada uno con su estilo, lo ha intentando.
José C. Paz se ha destacado por gritar a los cuatro vientos desde su nacimiento la inmensa pobreza que padecía y desde la llegada de Mario Ishii al poder, ese grito se acentúo aún más.
Sin embargo con el paso del tiempo va consolidando diversos objetivos, ejemplo uno, la inauguración hace pocos días en ante un marco multitudinario con presencia del Presidente incluido del mercado concentrador. Otra pata que muchas veces pasa desapercibido, ha sido el gran impulso que le ha dado a la educación y donde el Centro de Formación Profesional es otra cara visible con objetivos de crecimiento que se van marcando día a día y que le dan proyección al municipio merced a diversos convenios que periódicamente va llevando a cabo y que hacen trascender la obra.
San Miguel se ha destacado por consolidar un perfil netamente comercial y de entretenimiento y con un caballo e Troya que no consigue dominar que es el de los conflictos recurrentes del hospital Raúl F. Larcade y una APHUL que mantiene su postura indomable en forma permanente.
Algo similar acontece en José C. Paz con el hospital Domingo Mercante, aunque haciendo la salvedad que es de competencia provincial.
En este panorama no quedan tampoco dudas que Malvinas Argentinas ha sido uno de los distritos que más se ha destacado por todos los cambios con que se ha visto beneficiado a lo largo de estos años en casi todos sus rubros, logrando obras de gran envergadura que le van cambiando y dando un perfil impensado hasta no hace mucho tiempo atrás.
Merced a una gran gestión ha logrado concreciones que muchos envidian y donde es estandarte lo lleva sin dudas el área de salud, que con tosudez y perseverancia el intendente mantuvo el objetivo de llevarlo adelante, aún a costa de perder inclusive algunos funcionarios que se oponían a la figura del secretario de salud.
Y a eso se debe sumar todos los ítems positivos en el rubro obras públicas que suman para el cambio de cara que el distrito poco a poco va logrando.
La gran pregunta ahora es saber si ha llegado el momento de empezar a poner el orden en algunas deudas pendientes, de las pequeñas cosas que con poco pueden solucionarse y que sólo dependen de la decisión política de tomar el toro por las astas y llevarlas cabo. Por ejemplo en algunos sectores del distrito de reordenar y darle una nueva fisonomía al distrito en lo que al tránsito se refiere, que en algunos horarios se vuelve realmente un caos o el recuperar para los vecinos algunas veredas por las cuales puedan transitar el vecino libremente sin que tenga que ser un experto en esquivar mercadería de los negocios que se apropian de las mismas y que como se presentan, sólo faltaría que cobren peaje para permitir la circulación.
Alguna vez, hubo una gran campaña para evitar el arrojo de agua a la vía pública, el tiempo ha pasado y hoy no extraña ver que algunos irresponsables inundan las calles con el permanente arrojo de agua en forma cotidiana.
Los tres distritos tienen avances notorios, pero es una picardía que a veces por cosas simples, se exacerbe el mal humor del vecino. (PUNTO CERO).
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