LUJAN, Marzo 19, (PUNTO CERO-El Civismo) La medida de fuerza se inició el martes debido a la falta de respuesta de los representantes sindicales a diferentes problemas de los empleados de la curtiembre.
Argumentan que el sindicato "es cómplice de la empresa" y exigen un inmediato llamado a elecciones.
El martes a la tarde, trabajadores de la empresa Curtarsa tomaron la sede del Sindicato Obrero de la Industria del Cuero como respuesta al despido de cuatro trabajadores de la empresa Curtarsa. Los operarios exigen, además, una renovación del sindicato al que acusan de "ser cómplice" de la fábrica.
Los empleados de la curtiembre de Jáuregui decidieron instalarse en el inmueble ubicado a un costado de la Avenida Flandes con el propósito de obtener alguna respuesta positiva a sus pedidos.
Desde el primer momento de la toma, y hasta el cierre de esta edición, el edificio fue custodiado por un móvil policial sin registrarse hechos de violencia, pese a las amenazas de desalojo que circulaban en el lugar.
De manera pacífica y evitando cualquier incidente que los puede perjudicar y deslegitimar, los peticionantes montaron una guardia permanente.
En diálogo con EL CIVISMO, los trabajadores criticaron al secretario general Sergio Gutiérrez por "estar atornillado en el cargo desde hace más de 15 años y por ser una parte más de la empresa".
El primero de los reclamos está relacionado directamente con la reincorporación inmediata de los operarios dejados cesantes por Curtarsa días atrás.
"Ellos despiden cinco trabajadores por semana. Nunca tienen problemas porque los despidos son graduales. Sacan a dos o tres personas con antigüedad y meten gente nueva generalmente de agencia", dijeron los operarios a este medio.
La otra cara del conflicto tiene que ver con los cuestionamientos que hace este grupo de trabajadores al accionar del sindicato que, en los papeles, debería defenderlos y representarlos.
Sin embargo, para estos empleados "siempre hubo complicidad entre el sindicato y la empresa".
"Vinieron con la Policía pero no nos pudieron desalojar porque estamos en un lugar que nos pertenece. Decidimos venir a buscar alguna solución, porque los miembros del sindicato son nuestros representantes y por lo tanto tienen que darnos alguna respuesta. El sindicato tendría que ser un brazo del obrero, pero en la práctica es una pierna de Curtarsa", se quejaron.
Para el delegado Claudio Martínez, la situación gremial dentro de la curtiembre "siempre fue mala".
Según Martínez, el gremio "hace negocio con los trabajadores, razón por la cual empezamos a conformar una lista opositora con vistas a presentarnos en una futura elección".
"Las elecciones siempre se hicieron como un club de amigos, siempre cerradas. Los compañeros que preguntaban o cuestionaban a la larga o a la corta eran despedidos", agregó Martínez.
El delegado calificó a Gutiérrez "como un mafioso" y reconoció haber sufrido amenazas debido a su actividad opositora.
"Este hombre se maneja con gente turbia. Esta persona tiene mucho poder y por eso resulta difícil voltearla. De todas maneras hasta ahora no dio la cara", explicó el delegado.
Los trabajadores instalados en la sede sindical esperaban, al cierre de esta edición, la intervención del ministerio de Trabajo de la Nación como así también una definición de la sede central del sindicato, la cual "ha permanecido a la expectativa y no se juega".
En todo momento, los operarios dijeron a este medio que "no quieren que se origine ningún tipo de incidente que pueda desvirtuar el reclamo".
Desde su condición de delegado y vocero, Martínez dijo que "la empresa y el gremio son una sola cosa, ya que los despidos se originan cuando los trabajadores critican las cosas tal como están dadas".
"Gutiérrez intenta, a través de los despidos, desarmar una lista opositora. Intenta meter miedo, pero este año de las elecciones no se escapa".
Argumentan que el sindicato "es cómplice de la empresa" y exigen un inmediato llamado a elecciones.
El martes a la tarde, trabajadores de la empresa Curtarsa tomaron la sede del Sindicato Obrero de la Industria del Cuero como respuesta al despido de cuatro trabajadores de la empresa Curtarsa. Los operarios exigen, además, una renovación del sindicato al que acusan de "ser cómplice" de la fábrica.
Los empleados de la curtiembre de Jáuregui decidieron instalarse en el inmueble ubicado a un costado de la Avenida Flandes con el propósito de obtener alguna respuesta positiva a sus pedidos.
Desde el primer momento de la toma, y hasta el cierre de esta edición, el edificio fue custodiado por un móvil policial sin registrarse hechos de violencia, pese a las amenazas de desalojo que circulaban en el lugar.
De manera pacífica y evitando cualquier incidente que los puede perjudicar y deslegitimar, los peticionantes montaron una guardia permanente.
En diálogo con EL CIVISMO, los trabajadores criticaron al secretario general Sergio Gutiérrez por "estar atornillado en el cargo desde hace más de 15 años y por ser una parte más de la empresa".
El primero de los reclamos está relacionado directamente con la reincorporación inmediata de los operarios dejados cesantes por Curtarsa días atrás.
"Ellos despiden cinco trabajadores por semana. Nunca tienen problemas porque los despidos son graduales. Sacan a dos o tres personas con antigüedad y meten gente nueva generalmente de agencia", dijeron los operarios a este medio.
La otra cara del conflicto tiene que ver con los cuestionamientos que hace este grupo de trabajadores al accionar del sindicato que, en los papeles, debería defenderlos y representarlos.
Sin embargo, para estos empleados "siempre hubo complicidad entre el sindicato y la empresa".
"Vinieron con la Policía pero no nos pudieron desalojar porque estamos en un lugar que nos pertenece. Decidimos venir a buscar alguna solución, porque los miembros del sindicato son nuestros representantes y por lo tanto tienen que darnos alguna respuesta. El sindicato tendría que ser un brazo del obrero, pero en la práctica es una pierna de Curtarsa", se quejaron.
Para el delegado Claudio Martínez, la situación gremial dentro de la curtiembre "siempre fue mala".
Según Martínez, el gremio "hace negocio con los trabajadores, razón por la cual empezamos a conformar una lista opositora con vistas a presentarnos en una futura elección".
"Las elecciones siempre se hicieron como un club de amigos, siempre cerradas. Los compañeros que preguntaban o cuestionaban a la larga o a la corta eran despedidos", agregó Martínez.
El delegado calificó a Gutiérrez "como un mafioso" y reconoció haber sufrido amenazas debido a su actividad opositora.
"Este hombre se maneja con gente turbia. Esta persona tiene mucho poder y por eso resulta difícil voltearla. De todas maneras hasta ahora no dio la cara", explicó el delegado.
Los trabajadores instalados en la sede sindical esperaban, al cierre de esta edición, la intervención del ministerio de Trabajo de la Nación como así también una definición de la sede central del sindicato, la cual "ha permanecido a la expectativa y no se juega".
En todo momento, los operarios dijeron a este medio que "no quieren que se origine ningún tipo de incidente que pueda desvirtuar el reclamo".
Desde su condición de delegado y vocero, Martínez dijo que "la empresa y el gremio son una sola cosa, ya que los despidos se originan cuando los trabajadores critican las cosas tal como están dadas".
"Gutiérrez intenta, a través de los despidos, desarmar una lista opositora. Intenta meter miedo, pero este año de las elecciones no se escapa".
La lista de prioridades exigidas por las personas que tomaron el sindicato se encabeza con el pedido de reincorporación de los despedidos, el llamado a elecciones libres para luego discutir un aumento de salario que quedó pendiente como así también diferentes mejoras en distintos sectores de la empresa. (PUNTO CERO-El Civismo).
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