BUENOS AIRES, Noviembre 14, (PUNTO CERO-Agencia Comunas) Seguramente la frase poco feliz del ministro del interior Aníbal Fernández aparece en nuestras mentes cada vez que se produce un asalto, un homicidio u otro hecho delictivo en esta Argentina liberada y sin justicia.
Ayer la “sensación” llegó al gobierno. El vicejefe de gabinete Jorge Rivas se debate entre la vida y la muerte producto de una golpiza para sustraerle su Gol azul 2005.
El hombre venía de una reunión con amigos en pleno centro de Lomas de Zamora cuando por circunstancias que aún no son certeras se tuvo que bajar del auto. Ocasión que fue aprovechada por un grupo de maleantes para golpearlo y robarle.
El mismo día pero en La Plata asaltaban a mano armada a 40 personas que estaban festejando un cumpleaños. Horas de diferencia para que en Valentín Alsina entraran cacos para robar un auto sin despertar a la familia que amaneció sin parte de su patrimonio.
Y así todos los días. La televisión se transformó en una propaladora de avisos fúnebres. Pero la inseguridad no existe para los discursos presidenciales, es apenas una sensación para el Aníbal y una palabra que no quiere escuchar el gobernador electo Daniel Scioli.
Pero los muertos se entierran, los heridos copan los hospitales, el 911 está desbordado, Arslanian escondido, los seguidores satelitales no dan abasto, la reventa de celulares y aparatos de audio sigue creciendo , los sicólogos trabajan a full, los chicos aumentan sus traumas, las casas cada vez más enrejadas, los seguros con más ganancias, la gente más asustada y todo por una sensación.
Hoy la inseguridad llegó al poder. La presidente electa suma un conflicto más a su esperada asunción. Aparte de Botnia, Peirano, Moreno le debe sumar este pequeño problemita que arroja miles de muertes anuales sin ninguna solución aparente.
Ayer la “sensación” llegó al gobierno. El vicejefe de gabinete Jorge Rivas se debate entre la vida y la muerte producto de una golpiza para sustraerle su Gol azul 2005.
El hombre venía de una reunión con amigos en pleno centro de Lomas de Zamora cuando por circunstancias que aún no son certeras se tuvo que bajar del auto. Ocasión que fue aprovechada por un grupo de maleantes para golpearlo y robarle.
El mismo día pero en La Plata asaltaban a mano armada a 40 personas que estaban festejando un cumpleaños. Horas de diferencia para que en Valentín Alsina entraran cacos para robar un auto sin despertar a la familia que amaneció sin parte de su patrimonio.
Y así todos los días. La televisión se transformó en una propaladora de avisos fúnebres. Pero la inseguridad no existe para los discursos presidenciales, es apenas una sensación para el Aníbal y una palabra que no quiere escuchar el gobernador electo Daniel Scioli.
Pero los muertos se entierran, los heridos copan los hospitales, el 911 está desbordado, Arslanian escondido, los seguidores satelitales no dan abasto, la reventa de celulares y aparatos de audio sigue creciendo , los sicólogos trabajan a full, los chicos aumentan sus traumas, las casas cada vez más enrejadas, los seguros con más ganancias, la gente más asustada y todo por una sensación.
Hoy la inseguridad llegó al poder. La presidente electa suma un conflicto más a su esperada asunción. Aparte de Botnia, Peirano, Moreno le debe sumar este pequeño problemita que arroja miles de muertes anuales sin ninguna solución aparente.
Mientras tanto Jorge Rivas lucha entre la vida y la muerte. La familia a su lado sufriendo como cualquier hijo de vecino, mientras el gobierno escondido se estará preguntando: espero que está sensación no me toque a mi? (PUNTO CERO-Agencia Comunas).
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