VICENTE LOPEZ, Noviembre 16, (PUNTO CERO) La mujer contaba con la protección de una organización delictiva del vecino país y estaba prófuga desde que asesinó a su patrona, una sexagenaria que apareció muerta en su casa de Olivos.
Se trata de Juana Ramírez, de nacionalidad paraguaya y de 40 años de edad, quien fue capturada por miembros de la Superintendencia de Investigaciones de Delitos Complejos y Crimen Organizado que dirige el superintendente Walter Carballo.
De acuerdo a la información trascendida, Ramírez está acusada de matar a la mujer para la que trabajaba.
La víctima, identificada como Magdalena Fiori, de 61 años, fue hallada sin vida en su domicilio de Olivos en la mañana del 19 de octubre del año 2005.
El cuerpo se encontraba dentro de la bañera, con los pies y las manos atados, la boca amordazada y los ojos cubiertos con una cinta de embalar.
Los primeros datos obtenidos por los investigadores apuntaron la pesquisa hacia la empleada doméstica, quien había desaparecido de los lugares que solía frecuentar y a quien la justicia le dictó un pedido de captura internacional de manera casi inmediata.
Con la colaboración de INTERPOL Paraguay, y el uso del VAIC (Vínculos por Análisis Informático de las Comunicaciones) los hombres de Carballo determinaron que Ramírez había fugado a Paraguay con la protección de una banda de delincuentes que opera en ese país.
La policía informó que la prófuga buscó refugio, en una primera instancia, en la zona norte del conurbano y, desde allí, llegó a la frontera, lugar en el que accedió a Paraguay de manera ilegal y por vía fluvial.
Una vez en ese país, la homicida fue escondida por los delincuentes en diferentes ciudades entre las que se encuentran Encarnación, San Juan Bautista, Villa Rica y Caaguazú.
El entrecruzamiento de los llamados permitió determinar que Ramírez se encontraba en Ciudad del Este, aún bajo la protección de la organización.
Al saberse rodeada por las fuerzas de seguridad bonaerenses, la mujer intentó una fuga hacia Brasil, pero fue detenida y alojada en una dependencia policial de Ciudad del Este, a la espera de su extradición.
Se trata de Juana Ramírez, de nacionalidad paraguaya y de 40 años de edad, quien fue capturada por miembros de la Superintendencia de Investigaciones de Delitos Complejos y Crimen Organizado que dirige el superintendente Walter Carballo.
De acuerdo a la información trascendida, Ramírez está acusada de matar a la mujer para la que trabajaba.
La víctima, identificada como Magdalena Fiori, de 61 años, fue hallada sin vida en su domicilio de Olivos en la mañana del 19 de octubre del año 2005.
El cuerpo se encontraba dentro de la bañera, con los pies y las manos atados, la boca amordazada y los ojos cubiertos con una cinta de embalar.
Los primeros datos obtenidos por los investigadores apuntaron la pesquisa hacia la empleada doméstica, quien había desaparecido de los lugares que solía frecuentar y a quien la justicia le dictó un pedido de captura internacional de manera casi inmediata.
Con la colaboración de INTERPOL Paraguay, y el uso del VAIC (Vínculos por Análisis Informático de las Comunicaciones) los hombres de Carballo determinaron que Ramírez había fugado a Paraguay con la protección de una banda de delincuentes que opera en ese país.
La policía informó que la prófuga buscó refugio, en una primera instancia, en la zona norte del conurbano y, desde allí, llegó a la frontera, lugar en el que accedió a Paraguay de manera ilegal y por vía fluvial.
Una vez en ese país, la homicida fue escondida por los delincuentes en diferentes ciudades entre las que se encuentran Encarnación, San Juan Bautista, Villa Rica y Caaguazú.
El entrecruzamiento de los llamados permitió determinar que Ramírez se encontraba en Ciudad del Este, aún bajo la protección de la organización.
Al saberse rodeada por las fuerzas de seguridad bonaerenses, la mujer intentó una fuga hacia Brasil, pero fue detenida y alojada en una dependencia policial de Ciudad del Este, a la espera de su extradición.
La causa fue caratulada "Homicidio" con intervención de la UFI Nº 1 del Distrito de Vicente López. (PUNTO CERO).
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