martes, noviembre 13, 2007

BUENOS AIRES. La puñalada. Por Gabriel Russo. –

BUENOS AIRES, Noviembre 13, (PUNTO CERO-Agencia Comunas) “Le clavaste un puñal a todo el pueblo argentino”, citó una fuente que habría dicho el pingüino harto ya de estar harto de su par uruguayo.
El escenario: la puerta de un baño de un lujoso hotel en la capital chilena. Otra fuente afirmó sobre el mismo hecho y en el mismo lugar: “está haciendo quedar como boludo a todo el pueblo argentino”. De más está aclarar que el tema es Botnia y su apertura justo cuando se desarrollaba una nueva edición de la Cumbre Iberoamericana.
En esta pelea barrial entre Kirchner y Tabaré no faltaron epítetos y quizás el más certero fue cuando el hombre de Santa Cruz lo acusó de traidor.
Y cuanta razón tiene. Quien más quien menos sabía que Botnia era un hecho consumado y que la chimenea en cualquier momento empezaba a contaminar el suelo y aire rioplatense pero el sacamuelas oriental no es precisamente un político con códigos. Sino hagamos memoria: en plena campaña uruguaya Tabaré prometió encargarse personalmente del tema pastera pero para que no funcione. El trabajo para que llegara a la presidencia tuvo un gran acompañamiento político y económico de su ex amigo el pingüino. En una palabra la memoria de Tabaré no funciona en forma adecuada o Argentina, un país que genera recursos en forma continua para el Uruguay, le importa poco y nada.
Pero las traiciones uruguayas no se limitan a este hecho político. Cabe hacer la diferencia con el pueblo oriental no merecedor de estos seudoestadistas. Sin ir más lejos, y entrando en el archivo hay que destacar y recordar que este país vecino “ayudaba” a los aviones británicos para recargar combustible en plena guerra de Malvinas. No nos olvidemos del anterior presidente de apellido Battle que insultó, durante el gobierno de Eduardo Duhalde, a todo el pueblo tildándonos de ladrones y corruptos. Y para rematarla realizó una parodia periodística pidiendo disculpas y emitiendo falsas lágrimas para cámaras argentinas. Siguiendo con la lista de traiciones y con el apellido Battle no hay que olvidar que el padre de este limitado dirigente fue quien organizó y ayudó desde su país uno de los golpes fallidos contra el General Perón. La pregunta desde siempre: qué interés tenía Uruguay en “bajar” un gobierno nacional y popular que había llegado al poder en forma democrática.
Miserias humanas y orientales hay más, pero con esta recortada enumeración sirven para justificar el enorme enojo presidencial y entender la actitud de este presidente uruguayo.
Botnia ya funciona, en meses lo hará Ence y el pueblo oriental no habrá ganado en su economía. De hecho las fuentes de trabajo que los fineses habían habilitado ya las despidieron. El único negocio lo hizo Tabaré y su entorno que pueden hablar de una falsa soberanía que poco servirá.
Políticamente Tabaré parece un presidente de una sociedad de fomento barrial más que un líder. El conflicto recién comienza. Kirchner quedó muy mal, el pueblo argentino peor y esto en el tiempo kirchnerista lo sabrán hacer sentir.
También España quedó resentida con los tiempos uruguayos donde además demostraron una vez más su hiperalcahuetería de origen anglo, su escaso americanismo y su falta total de sentido de la oportunidad.
El caso Botnia hizo ver el mal trabajo de las cancillerías de los dos países más la pobre actitud del arbitraje. Solamente ganó la empresa que hizo devaluar la imagen de ambos gobiernos y puede generar un conflicto aún más serio. Para finalizar el archivo de la memoria no olvidemos que la guerra del Chaco en los años treinta entre Paraguay y Bolivia se generó por saber quien era dueño del petróleo en esa zona, si Shell o Esso. Que la memoria no imite a Tabaré; que no nos traicione. (PUNTO CERO-Agencia Comunas).

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