LOMA DE ZAMORA, Julio 17, (PUNTO CERO-Inforegión) Desde hace algunos días que se realizan tareas para refaccionar la rotonda del Puente La Noria. El fin es achicarla y habilitar una mano más para "agilizar" el caudaloso tránsito que circula a diario por allí. El problema es que se generan extensas hileras de autos que llegan hasta al menos un kilómetro sobre la General Paz en sentido a Capital.
Los conductores manifestaron su queja por una situación que pone de manifiesto la dificultad de la gestión del municipio y de la Provincia para resolver los problemas que afectan a los ciudadanos. Las obras que se realizan en la zona del Puente de La Noria provocan todos los días el mismo problema: caos vehicular, extensas demoras y sobre todo malestar en los automovilistas que manifiestan su enojo frente a la tardanza con la que se llevan adelante esos trabajos. Sin dudas, algo que pone de manifiesto la dificultad de algunos dirigentes a la hora de resolver los problemas urgentes que afectan a los ciudadanos de esta región.
Las tareas son para achicar la histórica rotonda con el fin de habilitar una mano más y agilizar el tránsito de los miles de autos que circulan a diario por ese punto de Lomas de Zamora que une el sur del conurbano con la Capital Federal.
Esta semana el conflicto se agravó, incluso las demoras se prolongaron durante más de una hora y la hilera de autos llegó hasta poco más de un kilómetro, aproximadamente a la altura del Autódromo Municipal Oscar Gálvez, en la avenida General Paz, obligados a circular a paso de hombre en el mejor de los casos: una imagen recurrente durante toda la jornada.
“Esto es un desastre, vengo desde Capital y estoy frenado desde hace más de media hora, no se entiende cómo pueden hacer este trabajo sin tomar los recaudos necesarios, es una vergüenza porque ya de por sí esto está mal hecho. Dónde se vio que uno atraviese semejante puente y luego caiga en una rotonda. Lo correcto hubiese sido que esto continúe comunicado hasta la autopista sin necesidad de bajar a la rotonda”, resaltó Emilio Falbo, que viaja todos los días hasta Lomas.
Cuando Info Región recorrió la zona advirtió las desprolijidades con las que se realizan las obras, y el embotellamiento que se forma en el lugar. Es que un importante caudal de tránsito que viene desde la Ciudad de Buenos Aires colapsa la rotonda: allí se forma un embudo donde convergen los autos que llegan desde ambos sentidos de la ribera del Riachuelo, sumado al transporte público de colectivos que sale y entra a la Terminal de La Noria y los vehículos que intentan ingresar a territorio porteño.
Hace dos meses el jefe de gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, inauguró una mano del nuevo Puente de La Noria, una obra que venía demorada desde fines de la década del ´90. Es un nuevo cruce que está construido al lado del viejo, que por su antigüedad no toleraría el peso de los camiones de gran porte.Lo que no tuvo en cuenta esta nueva gestión, en medio de los carteles con típicos slogan propagandísticos de la ocasión y de la sonrisa desmesurada del propio Macri, es que el cruce, enorme, vistoso y moderno, arrojaría la inmensa cantidad de tránsito en la bendita rotonda, que hoy tiene a mal traer a los miles de vecinos.
Las tareas son para achicar la histórica rotonda con el fin de habilitar una mano más y agilizar el tránsito de los miles de autos que circulan a diario por ese punto de Lomas de Zamora que une el sur del conurbano con la Capital Federal.
Esta semana el conflicto se agravó, incluso las demoras se prolongaron durante más de una hora y la hilera de autos llegó hasta poco más de un kilómetro, aproximadamente a la altura del Autódromo Municipal Oscar Gálvez, en la avenida General Paz, obligados a circular a paso de hombre en el mejor de los casos: una imagen recurrente durante toda la jornada.
“Esto es un desastre, vengo desde Capital y estoy frenado desde hace más de media hora, no se entiende cómo pueden hacer este trabajo sin tomar los recaudos necesarios, es una vergüenza porque ya de por sí esto está mal hecho. Dónde se vio que uno atraviese semejante puente y luego caiga en una rotonda. Lo correcto hubiese sido que esto continúe comunicado hasta la autopista sin necesidad de bajar a la rotonda”, resaltó Emilio Falbo, que viaja todos los días hasta Lomas.
Cuando Info Región recorrió la zona advirtió las desprolijidades con las que se realizan las obras, y el embotellamiento que se forma en el lugar. Es que un importante caudal de tránsito que viene desde la Ciudad de Buenos Aires colapsa la rotonda: allí se forma un embudo donde convergen los autos que llegan desde ambos sentidos de la ribera del Riachuelo, sumado al transporte público de colectivos que sale y entra a la Terminal de La Noria y los vehículos que intentan ingresar a territorio porteño.
Hace dos meses el jefe de gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, inauguró una mano del nuevo Puente de La Noria, una obra que venía demorada desde fines de la década del ´90. Es un nuevo cruce que está construido al lado del viejo, que por su antigüedad no toleraría el peso de los camiones de gran porte.Lo que no tuvo en cuenta esta nueva gestión, en medio de los carteles con típicos slogan propagandísticos de la ocasión y de la sonrisa desmesurada del propio Macri, es que el cruce, enorme, vistoso y moderno, arrojaría la inmensa cantidad de tránsito en la bendita rotonda, que hoy tiene a mal traer a los miles de vecinos.
El mismo que debería empalmar con la tan costosa autopista de Camino Negro, que tardó varios años en inaugurarse, y que también exhibe algunas falencias, como por ejemplo la falta de iluminación en algunos tramos, un coctel perfecto de carencias que muestra la intendencia de Lomas de Zamora, compatibles con las que presenta el área a cargo en la provincia de Buenos Aires. En definitiva, las limitaciones que tienen estas autoridades a la hora de resolver los problemas que afectan a los ciudadanos. (PUNTO CERO-Inforegión).
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