BUENOS AIRES, Noviembre 13, (PUNTO CERO-Comunas del País) Ya lo dijo Napoleón: “Las batallas contra las mujeres son las únicas que se ganan huyendo”. Por eso mejor será escucharla, no es una dama que esté acostumbrada a pedir las cosas varias veces, a esperar largos ratos una respuesta, es de aquellas que irradian fortaleza, seriedad y respeto.
Cristina Fernández de Kirchner tiene 54 años, está casado con el presidente Néstor Kirchner y funcionan como la mejor sociedad matrimonial que se ha visto en la política. Tal vez su triunfo como presidenta “con a”, como a ella le gusta decir, haya sido un mero trámite de continuidad con la gestión que aplica Néstor desde 2003. O por ahí, sea fruto de su imposición como una mujer que viene a trabajar en los temas pendientes que quedaron en el país, teniendo en cuenta su capacidad, liderazgo y conducción.
Es cierto que no podemos dejar pasar la escasa campaña electoral, la sensación anti política de todos los ciudadanos, pero también debemos reconocer que Cristina se ha manejado con soltura durante todo el año, antes de proclamarse candidata a presidenta.
En su paso por la senaduría nacional dejó más de una docena de proyectos de ley, en el cual se destaca la modificación del cambio de número de miembros de la Corte Suprema de Justicia. Mientras tanto fue declarada huésped ilustre de la ciudad de Quito, Ecuador; también de la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos y Miembro Honorario de la "Universidad Hebrea de Israel", por su contribución en la defensa de los derechos humanos y su compromiso en la investigación de los atentados a la Embajada de Israel y de la AMIA ocurridos en nuestro país. Sin duda, estos “mimos” extranjeros le permitieron viajar al exterior antes de la campaña y posicionarse en los últimos meses como una de las mujeres más relevantes de Latinoamérica.
El domingo, consagrada presidenta dijo ante la prensa: "Quiero convocar a todos los hombres y mujeres, a los que nos votaron y a los que no. Hace poco más de cuatro años y medio vivíamos un clima de fragmentación y enfrentamiento. Pero la idea es no retrotraernos a lo que ya fue sino a lo que tenemos que seguir haciendo", y aseguró: "Es necesario profundizar los cambios, sumar a la mayor cantidad de argentinos a esta tarea. Cristina Kirchner, Cobos y vos no es sólo un slogan, es una convicción para que cada uno ponga lo que tiene que poner".
Cristina Fernández de Kirchner tiene 54 años, está casado con el presidente Néstor Kirchner y funcionan como la mejor sociedad matrimonial que se ha visto en la política. Tal vez su triunfo como presidenta “con a”, como a ella le gusta decir, haya sido un mero trámite de continuidad con la gestión que aplica Néstor desde 2003. O por ahí, sea fruto de su imposición como una mujer que viene a trabajar en los temas pendientes que quedaron en el país, teniendo en cuenta su capacidad, liderazgo y conducción.
Es cierto que no podemos dejar pasar la escasa campaña electoral, la sensación anti política de todos los ciudadanos, pero también debemos reconocer que Cristina se ha manejado con soltura durante todo el año, antes de proclamarse candidata a presidenta.
En su paso por la senaduría nacional dejó más de una docena de proyectos de ley, en el cual se destaca la modificación del cambio de número de miembros de la Corte Suprema de Justicia. Mientras tanto fue declarada huésped ilustre de la ciudad de Quito, Ecuador; también de la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos y Miembro Honorario de la "Universidad Hebrea de Israel", por su contribución en la defensa de los derechos humanos y su compromiso en la investigación de los atentados a la Embajada de Israel y de la AMIA ocurridos en nuestro país. Sin duda, estos “mimos” extranjeros le permitieron viajar al exterior antes de la campaña y posicionarse en los últimos meses como una de las mujeres más relevantes de Latinoamérica.
El domingo, consagrada presidenta dijo ante la prensa: "Quiero convocar a todos los hombres y mujeres, a los que nos votaron y a los que no. Hace poco más de cuatro años y medio vivíamos un clima de fragmentación y enfrentamiento. Pero la idea es no retrotraernos a lo que ya fue sino a lo que tenemos que seguir haciendo", y aseguró: "Es necesario profundizar los cambios, sumar a la mayor cantidad de argentinos a esta tarea. Cristina Kirchner, Cobos y vos no es sólo un slogan, es una convicción para que cada uno ponga lo que tiene que poner".
Habló del famoso cambio y no de continuidad y explicó que "encarar el cambio es responsabilidad de quienes hemos sido honrados con el voto popular, pero el país se construye con el esfuerzo de todos. Si pudimos hacerlo desde 2003, cómo no vamos a poder hacerlo ahora que somos más”.
Por eso haciendo gala de su condición de generó como mujer no dudó en llamar a las compatriotas a sumarse al proyecto de gobierno y dijo: "Tengo el honor más grande que se le puede confiar a un argentino: la doble responsabilidad no sólo como miembro de un espacio político, sino también una inmensa responsabilidad por el género".
Señores, no queda más que hacer uso de la frase “Si quieres que te sigan las mujeres, ponte delante”, para darnos cuenta que estamos frente a dama que no perderá su tiempo en falsas promesas e intentará reivindicar espacios que la sociedad todavía nos sigue discriminando. Señores, están avisados!. (PUNTO CERO-Comunas del País).
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