BUENOS AIRES, Mayo 05, (PUNTO CERO) Las restricciones que aplica el gobierno argentino a las importaciones de productos de Brasil terminaron favoreciendo a los productos de China, según un estudio de la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES).
El informe de IES dice que los productos chinos abarcaron el 33,5% de las importaciones argentinas en 2007, mientras que las de Brasil cubrieron el 32,5%.
El trabajo agrega que en los dos primeros meses de este año la tendencia se profundizó, ya que China acapara el 35,6% de las importaciones argentinas y Brasil, principal socio del Mercosur, sólo el 29,1%.
Según este trabajo de IES, China es ahora el principal proveedor de maquinaria y electrodomésticos, indumentaria y calzados del mercado argentino.
Las exportaciones argentinas están conformadas casi con exclusividad por los productos primarios y sus derivados (un 60% entre productos vegetales: soja, grasas y aceites), un 28% por productos minerales y un 4,7% por lanas y cueros. La sumatoria de estos tres ítems concentran el 93% del total de las ventas externas argentinas a China. Por el contrario, las importaciones provenientes del gigante asiático estuvieron compuestas casi en su totalidad por productos industriales: químicos y plásticos con el 16%; máquinas y aparatos eléctricos con el 52%; máquinas no eléctricas y material de transporte con el 12%; y los productos textiles y calzado con el 4,5%. Asimismo, el año pasado el área de Defensa negoció el envío de helicópteros militares chinos a la Argentina.
Algunos medios de prensa locales señalan estos días que China busca desplazar a Brasil del mercado argentino, dentro de la estrategia del gigante asiático de posicionarse en el mercado latinoamericano, con lo que crecen los interrogantes sobre los beneficios del acuerdo firmado por el gobierno de Néstor Kirchner con el presidente Hu Jintao en 2004, calificado entonces como un “argentinazo”, cuando se habló de reconocer a China como “economía de mercado” a cambio de inversiones chinas por US$ 20.000 millones en la Argentina que jamás se concretaron. También se dijo por entonces que el área principal de las supuestas inversiones chinas sería... la de los ferrocarriles (!!!).
Lo que sí resulta evidente es la consolidación de China como gran potencia industrial exportadora, apuntalada por la liberación en el comercio mundial de ciertos productos (por ejemplo, los recientes acuerdos textiles ATV), así como la paulatina reducción de los aranceles extrazona en el Mercosur, cuyo efectos sobre la estructura del comercio en el bloque serán cada vez más acentuados.
Según analistas internacionales, China apunta a consolidar sus ventas en mercados sobre los países en desarrollo como alternativa secundaria a la penetración que hoy está realizando sobre el mercado norteamericano y, en menor medida, sobre la Unión Europea y el sudeste asiático. El problema está en las escalas de venta que maneja la oferta exportable china.
El informe de IES dice que los productos chinos abarcaron el 33,5% de las importaciones argentinas en 2007, mientras que las de Brasil cubrieron el 32,5%.
El trabajo agrega que en los dos primeros meses de este año la tendencia se profundizó, ya que China acapara el 35,6% de las importaciones argentinas y Brasil, principal socio del Mercosur, sólo el 29,1%.
Según este trabajo de IES, China es ahora el principal proveedor de maquinaria y electrodomésticos, indumentaria y calzados del mercado argentino.
Las exportaciones argentinas están conformadas casi con exclusividad por los productos primarios y sus derivados (un 60% entre productos vegetales: soja, grasas y aceites), un 28% por productos minerales y un 4,7% por lanas y cueros. La sumatoria de estos tres ítems concentran el 93% del total de las ventas externas argentinas a China. Por el contrario, las importaciones provenientes del gigante asiático estuvieron compuestas casi en su totalidad por productos industriales: químicos y plásticos con el 16%; máquinas y aparatos eléctricos con el 52%; máquinas no eléctricas y material de transporte con el 12%; y los productos textiles y calzado con el 4,5%. Asimismo, el año pasado el área de Defensa negoció el envío de helicópteros militares chinos a la Argentina.
Algunos medios de prensa locales señalan estos días que China busca desplazar a Brasil del mercado argentino, dentro de la estrategia del gigante asiático de posicionarse en el mercado latinoamericano, con lo que crecen los interrogantes sobre los beneficios del acuerdo firmado por el gobierno de Néstor Kirchner con el presidente Hu Jintao en 2004, calificado entonces como un “argentinazo”, cuando se habló de reconocer a China como “economía de mercado” a cambio de inversiones chinas por US$ 20.000 millones en la Argentina que jamás se concretaron. También se dijo por entonces que el área principal de las supuestas inversiones chinas sería... la de los ferrocarriles (!!!).
Lo que sí resulta evidente es la consolidación de China como gran potencia industrial exportadora, apuntalada por la liberación en el comercio mundial de ciertos productos (por ejemplo, los recientes acuerdos textiles ATV), así como la paulatina reducción de los aranceles extrazona en el Mercosur, cuyo efectos sobre la estructura del comercio en el bloque serán cada vez más acentuados.
Según analistas internacionales, China apunta a consolidar sus ventas en mercados sobre los países en desarrollo como alternativa secundaria a la penetración que hoy está realizando sobre el mercado norteamericano y, en menor medida, sobre la Unión Europea y el sudeste asiático. El problema está en las escalas de venta que maneja la oferta exportable china.
Por más “secundario” que se considere el Mercosur para el comercio de productos chinos, el daño sobre la industria del bloque latinoamericano puede ser irreversible de continuar las tendencias comerciales registradas en los últimos cuatro años, apunta finalmente el estudio de IES. (PUNTO CERO).
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