El PRO depende de los votos del kirchnerismo para avanzar con el proyecto que autoriza a la Ciudad a construir un barrio de lujo en la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors. Pero el enfrentamiento entre ambos gobiernos por el traspaso del subterráneo complicó las negociaciones en la Legislatura. La ley no saldría antes de mitad de año.
El primer objetivo que se planteó el macrismo para el reinicio de la actividad legislativa es el de aprobar el proyecto que convalida el convenio firmado entre el Gobierno porteño y sociedad Solares de Santa María -perteneciente al grupo IRSA- para construir un lujoso barrio residencial en los terrenos de la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors, en Costanera Sur.
Esta iniciativa, que plantea la urbanización de un predio de 70 hectáreas, que habitarían hasta 15 mil personas de clase media alta y clase alta, logró el dictamen de comisión en la Legislatura en octubre del año pasado. Pero el PRO nunca logró cosechar los 31 votos necesarios para tratarla en el recinto.
El PRO intentó colar el expediente hasta la última sesión del año pasado, pero no consiguió los votos de los radicales Claudio Presman y Antonio Campos, que como anticipó este medio, rompieron su alianza con la bancada macrista.
De este modo, el proyecto se postergó como mínimo hasta marzo, cuando se renueve el período de sesiones ordinarias en la Legislatura. Y pese a que el PRO cuenta luego del recambio de bancas del pasado 10 de diciembre con dos diputados más, ahora depende casi exclusivamente del kirchnerismo para avanzar con la norma.
Es que el PRO necesita el apoyo de 5 diputados para sumar las 26 voluntades de su bloque y alcanzar el quórum. Dentro de la bancada que ahora encabeza Fernando De Andreis, admitieron a LPO que se les está haciendo muy difícil conseguir ese número, puesto que sólo visualizan como aliados a los legisladores Daniel Amoroso, Juan Pablo Arenaza y Adriana Montes.
Si bien intentarán conseguir el apoyo del sindicalista Claudio Palmeyro, que tiene un monobloque, los diputados macristas quedarían a un solo voto del quórum.
La alternativa K
Es por eso que la única alternativa que manejan por estas horas consiste en que el Gobierno nacional realice un guiño y baje la orden para que los ocho diputados que integran el bloque K que preside Juan Cabandié avalen el proyecto.
En el PRO señalaron a este medio que esa alternativa se viene barajando desde fines del año pasado, cuando el gobierno nacional y el porteño acercaron posiciones en una suerte de pacto de no agresión en el que se planteó la necesidad de trabajar en conjunto –o al menos sin ponerse trabas- para desarrollar las zonas más postergadas de la Ciudad, entre ellas la Costanera Sur.
Pero el enfrentamiento que se desató en las últimas semanas entre el gobierno de Cristina Kirchner y el de Mauricio Macri por el traspaso del subte agregó más incertidumbre a la estrategia del PRO.
En el bloque macrista cruzan los dedos para que el gobierno nacional separe el conflicto del subte del convenio con la firma de Eduardo Elsztain y le aporte los votos necesarios para avanzar con el expediente.
En este contexto, desde el bloque del PRO admitieron a este medio que con el mejor de los pronósticos, la ley sería sancionada recién a mitad de año.
Es que al tratarse de una ley de doble lectura, debe pasar dos veces por el recinto. Luego de la primera lectura, el expediente debe ser revisado en una audiencia pública, que demorará el proceso no menos de cuarenta días, para ser tratada nuevamente por los legisladores.
Desde la firma IRSA dijeron a LPO que no hay ningún tipo de avance con las obras en Costanera Sur y que están a la merced de lo que suceda en la Legislatura. (La Política OnLine).
El primer objetivo que se planteó el macrismo para el reinicio de la actividad legislativa es el de aprobar el proyecto que convalida el convenio firmado entre el Gobierno porteño y sociedad Solares de Santa María -perteneciente al grupo IRSA- para construir un lujoso barrio residencial en los terrenos de la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors, en Costanera Sur.
Esta iniciativa, que plantea la urbanización de un predio de 70 hectáreas, que habitarían hasta 15 mil personas de clase media alta y clase alta, logró el dictamen de comisión en la Legislatura en octubre del año pasado. Pero el PRO nunca logró cosechar los 31 votos necesarios para tratarla en el recinto.
El PRO intentó colar el expediente hasta la última sesión del año pasado, pero no consiguió los votos de los radicales Claudio Presman y Antonio Campos, que como anticipó este medio, rompieron su alianza con la bancada macrista.
De este modo, el proyecto se postergó como mínimo hasta marzo, cuando se renueve el período de sesiones ordinarias en la Legislatura. Y pese a que el PRO cuenta luego del recambio de bancas del pasado 10 de diciembre con dos diputados más, ahora depende casi exclusivamente del kirchnerismo para avanzar con la norma.
Es que el PRO necesita el apoyo de 5 diputados para sumar las 26 voluntades de su bloque y alcanzar el quórum. Dentro de la bancada que ahora encabeza Fernando De Andreis, admitieron a LPO que se les está haciendo muy difícil conseguir ese número, puesto que sólo visualizan como aliados a los legisladores Daniel Amoroso, Juan Pablo Arenaza y Adriana Montes.
Si bien intentarán conseguir el apoyo del sindicalista Claudio Palmeyro, que tiene un monobloque, los diputados macristas quedarían a un solo voto del quórum.
La alternativa K
Es por eso que la única alternativa que manejan por estas horas consiste en que el Gobierno nacional realice un guiño y baje la orden para que los ocho diputados que integran el bloque K que preside Juan Cabandié avalen el proyecto.
En el PRO señalaron a este medio que esa alternativa se viene barajando desde fines del año pasado, cuando el gobierno nacional y el porteño acercaron posiciones en una suerte de pacto de no agresión en el que se planteó la necesidad de trabajar en conjunto –o al menos sin ponerse trabas- para desarrollar las zonas más postergadas de la Ciudad, entre ellas la Costanera Sur.
Pero el enfrentamiento que se desató en las últimas semanas entre el gobierno de Cristina Kirchner y el de Mauricio Macri por el traspaso del subte agregó más incertidumbre a la estrategia del PRO.
En el bloque macrista cruzan los dedos para que el gobierno nacional separe el conflicto del subte del convenio con la firma de Eduardo Elsztain y le aporte los votos necesarios para avanzar con el expediente.
En este contexto, desde el bloque del PRO admitieron a este medio que con el mejor de los pronósticos, la ley sería sancionada recién a mitad de año.
Es que al tratarse de una ley de doble lectura, debe pasar dos veces por el recinto. Luego de la primera lectura, el expediente debe ser revisado en una audiencia pública, que demorará el proceso no menos de cuarenta días, para ser tratada nuevamente por los legisladores.
Desde la firma IRSA dijeron a LPO que no hay ningún tipo de avance con las obras en Costanera Sur y que están a la merced de lo que suceda en la Legislatura. (La Política OnLine).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario