El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, deslizó la posibilidad de no aceptar el traspaso del subterráneo, si el Gobierno Nacional continúa con "chicanas" y "decisiones unilaterales". Puso como ejemplo el retiro de la custodia de la Policía Federal. Las demoras en el giro de los subsidios también generaron malestar. Schiavi lo acusó de querer "borrar con el codo lo que firmó con la mano".
"La verdad es que estamos trabajando dentro de los 90 días previstos para concretar el traspaso. Debía haber buena fe, trabajo en equipo, sin chicanas, no debería haber decisiones unilaterales, intempestivas. Yo siempre lo he dicho: en estos 90 días se va a decir si el traspaso se puede dar o no. Puede ser que nunca se dé el traspaso", fueron las palabras de Mauricio Macri, durante la inauguración de un nuevo paso bajo nivel en Nuñez.
Así, el jefe de Gobierno porteño puso en duda lo que hasta el momento parecía confirmado: si el Gobierno Nacional continúa con "chicanas" y "decisiones unilaterales" la transferencia podría no hacerse efectiva. Lo cierto es que el malestar de los funcionarios de la Ciudad no son nuevos, y giran en torno a varias cuestiones.
Unos de los puntos que generó malestar, y que fue explicitado hoy por el jefe de Gobierno, fue la decisión del ministerio de Seguridad a cargo de Nilda Garré de retirar la custodia que históricamente realizaba la Policía Federal en las estaciones del subte, para que esa función la empiece a cumplir la Policía Metropolitana. A ese tipo de medidas se refería Macri cuando habló de "chicanas".
Pero no fue el único cortocircuito desde que se firmó el convenio: el dinero que la Nación se había comprometido a aportar durante el primer año también causó roces. La Casa Rosada aceptó seguir aportar el 50% de los subsidios que hasta enero venía destinando al subte (360 millones de pesos al año, 30 millones por mes), pero el giro correspondiendo al mes de febrero no había sido depositado hasta el viernes, lo que generó problemas en Metrovías.
Es que, en rigor, el giro de ese dinero se realiza entre el 1 y el 10 de casa mes a la empresa concesionaria. Metrovías, del Grupo Roggio, había explicado en medio del traspaso que gasta dos tercios de sus ingresos mensuales en pagar salarios, y utiliza el 95% del subsidio para ese mismo fin.
Por eso, al momento de abonar los salarios de este mes, encendieron una luz de alerta y enviaron cartas a los gremios para avisar que de no recibir esos fondos ingresarían en emergencia financiera. Sin los subsidios el conflicto con los sindicalistas sería inevitable.
Además la gestión de Macri pretende que la Nación se comprometa por escrito a realizar una serie de inversiones previstas en parte de los trabajos de extensión de la línea H que ya están en marcha y la eternamente demorada inauguración de las nuevas estaciones Estéban echeverría y Villa Urquiza de la línea B.
Las conversaciones que encabezan, por un lado, el secretario de Transporte de la Nación Juan Pablo Schiavi y, por el otro, el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, y el presidente de Subterráneos de Buenos Aires, Juan Pablo Piccardo, también encuentran un punto sensible en la idea de generar un nuevo contrato de concesión, lo que significaría que se tendría que rescindir el actual.
"Estamos azorados"
El secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, salió rápidamente al cruce de los dichos del jefe de Gobierno porteño. En declaraciones televisivas, el funcionario dijo que Macri "no puede borrar con el codo lo que firmó con la mano".
"Estamos azorados con sus declaraciones. Pensábamos que estas amenazas estaban en la cabeza de algún funcionario menos, pero que salgan de su boca después del proceso que se ha gestado y de todo el trabajo que se viene realizando, y ahora estén dudando del traspaso, nos parece de una falta de seriedad absoluta", disparó Schiavi.
Para Schiavi, la única decisión unilateral que se tomó fue el aumento del 127% en la tarifa, que fue "sin anestesia y a tan sólo 24 horas del traspaso". Y argumentó: "Nosotros en ese momento no dijimos nada, porque estaba dentro de sus atribuciones hacerlos, del mismo modo que está dentro de las atribuciones del Gobierno Nacional quitar la custodia de la Policía Federal para que se haga cargo la Metropolitana".
"Alguno de sus asesores pensaban que el subte era un negocio más. Pero lleva mucho trabajo y mucha gestión. Estamos depositando el 50% de los subsidios que la Nación gastaba en el subte. Pero no estamos dispuestos a financiar otras cosas con ese dinero, como la publicidad del gobierno de la Ciudad. No podemos creer la falta de coherencia y de palabra de funcionario de primera línea. No se puede jugar con estas cosas.", concluyó. (La Polítrica OnLine).
"La verdad es que estamos trabajando dentro de los 90 días previstos para concretar el traspaso. Debía haber buena fe, trabajo en equipo, sin chicanas, no debería haber decisiones unilaterales, intempestivas. Yo siempre lo he dicho: en estos 90 días se va a decir si el traspaso se puede dar o no. Puede ser que nunca se dé el traspaso", fueron las palabras de Mauricio Macri, durante la inauguración de un nuevo paso bajo nivel en Nuñez.
Así, el jefe de Gobierno porteño puso en duda lo que hasta el momento parecía confirmado: si el Gobierno Nacional continúa con "chicanas" y "decisiones unilaterales" la transferencia podría no hacerse efectiva. Lo cierto es que el malestar de los funcionarios de la Ciudad no son nuevos, y giran en torno a varias cuestiones.
Unos de los puntos que generó malestar, y que fue explicitado hoy por el jefe de Gobierno, fue la decisión del ministerio de Seguridad a cargo de Nilda Garré de retirar la custodia que históricamente realizaba la Policía Federal en las estaciones del subte, para que esa función la empiece a cumplir la Policía Metropolitana. A ese tipo de medidas se refería Macri cuando habló de "chicanas".
Pero no fue el único cortocircuito desde que se firmó el convenio: el dinero que la Nación se había comprometido a aportar durante el primer año también causó roces. La Casa Rosada aceptó seguir aportar el 50% de los subsidios que hasta enero venía destinando al subte (360 millones de pesos al año, 30 millones por mes), pero el giro correspondiendo al mes de febrero no había sido depositado hasta el viernes, lo que generó problemas en Metrovías.
Es que, en rigor, el giro de ese dinero se realiza entre el 1 y el 10 de casa mes a la empresa concesionaria. Metrovías, del Grupo Roggio, había explicado en medio del traspaso que gasta dos tercios de sus ingresos mensuales en pagar salarios, y utiliza el 95% del subsidio para ese mismo fin.
Por eso, al momento de abonar los salarios de este mes, encendieron una luz de alerta y enviaron cartas a los gremios para avisar que de no recibir esos fondos ingresarían en emergencia financiera. Sin los subsidios el conflicto con los sindicalistas sería inevitable.
Además la gestión de Macri pretende que la Nación se comprometa por escrito a realizar una serie de inversiones previstas en parte de los trabajos de extensión de la línea H que ya están en marcha y la eternamente demorada inauguración de las nuevas estaciones Estéban echeverría y Villa Urquiza de la línea B.
Las conversaciones que encabezan, por un lado, el secretario de Transporte de la Nación Juan Pablo Schiavi y, por el otro, el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, y el presidente de Subterráneos de Buenos Aires, Juan Pablo Piccardo, también encuentran un punto sensible en la idea de generar un nuevo contrato de concesión, lo que significaría que se tendría que rescindir el actual.
"Estamos azorados"
El secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, salió rápidamente al cruce de los dichos del jefe de Gobierno porteño. En declaraciones televisivas, el funcionario dijo que Macri "no puede borrar con el codo lo que firmó con la mano".
"Estamos azorados con sus declaraciones. Pensábamos que estas amenazas estaban en la cabeza de algún funcionario menos, pero que salgan de su boca después del proceso que se ha gestado y de todo el trabajo que se viene realizando, y ahora estén dudando del traspaso, nos parece de una falta de seriedad absoluta", disparó Schiavi.
Para Schiavi, la única decisión unilateral que se tomó fue el aumento del 127% en la tarifa, que fue "sin anestesia y a tan sólo 24 horas del traspaso". Y argumentó: "Nosotros en ese momento no dijimos nada, porque estaba dentro de sus atribuciones hacerlos, del mismo modo que está dentro de las atribuciones del Gobierno Nacional quitar la custodia de la Policía Federal para que se haga cargo la Metropolitana".
"Alguno de sus asesores pensaban que el subte era un negocio más. Pero lleva mucho trabajo y mucha gestión. Estamos depositando el 50% de los subsidios que la Nación gastaba en el subte. Pero no estamos dispuestos a financiar otras cosas con ese dinero, como la publicidad del gobierno de la Ciudad. No podemos creer la falta de coherencia y de palabra de funcionario de primera línea. No se puede jugar con estas cosas.", concluyó. (La Polítrica OnLine).
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