LUJAN, Julio 21, (PUNTO CERO-El Civismo) En Santa Elena y barrios aledaños, los vecinos recolectan firmas para rechazar el vuelco de los camiones atmosféricos en el predio de la calle José María Pérez.
El rechazo es acompañado por instituciones de la zona que manifestaron su descontento con la propuesta oficial.
“No queremos que se siga avanzando en el tema, que no pierdan tiempo porque no vamos a permitirlo”, dijo uno de los vecinos consultado por EL CIVISMO.
La noticia, por inesperada, cayó como un balde de agua fría para los vecinos de Santa Elena y barrios aledaños. Semanas atrás se hizo público el proyecto del gobierno referido al siempre polémico e irresuelto destino final de los líquidos que transportan los tanques atmosféricos.
Desde hace algún tiempo, la gestión de Rosso analiza utilizar parte del predio donde antiguamente funcionó el matadero municipal (hoy Bromatología), para poner en actividad, de manera temporaria, una especie de planta de pretratamiento de residuos cloacales.
La iniciativa tomó estado público cuando la Asociación de Clubes Infantiles de Fútbol del Oeste (ACIFO), entidad que tiene su sede en esos terrenos según lo establecido en una ordenanza municipal aprobada en 2001, envió una carta al Concejo Deliberante para comunicar el pedido de desalojo que la institución recibió el 2 de junio pasado de parte del gobierno.
En esa solicitud, firmada por la directora de Medio Ambiente, Mariana Zaia, se explica que la intención es utilizar un sector del predio para poner en funcionamiento el proyecto que ya despierta fuertes polémicas.
Esta semana, los vecinos comenzaron una campaña para recolectar firmas con el propósito de oponerse al intento oficial de transformar las instalaciones de la avenida José María Pérez en el lugar de descarga de los camiones atmosféricos.
En el texto que acompañan las firmas se explica que “los vecinos autoconvocados abajo firmantes de los barrios Constantini, El Ceibo, La Palomita, Champagñat, San Juan de Dios, Las Acacias y Santa Elena, se oponen a la decisión del Ejecutivo municipal de la descarga, tratamiento o pretratamiento de líquidos cloacales provenientes de tanques atmosféricos”.
“También rechazamos la instalación de caniles en el predio de Bromatología ubicado en la intersección de las calles José María Pérez y Champagñat del barrio Santa Elena. Y nos solidarizamos con la Asociación de Clubes Infantiles del Oeste para que no sean desalojados de las instalaciones que ocupan en el mencionado predio. Comprometiéndonos por el bienestar del barrio, estamos dispuestos a dialogar con las autoridades competentes, en búsqueda de una solución a estos temas importantes y trascendentes en que se ve afectada nuestra comunidad”, se agrega en el petitorio dirigido a la intendenta Rosso.
De la misma manera, instituciones educativas, religiosas y comunitarias de la zona se sumarán al rechazo manifestado por los vecinos.
UN NO ROTUNDO
“No queremos que se siga avanzando en el tema, que no pierdan tiempo porque no vamos a permitirlo. ¿Para qué vamos a trabajar sobre un proyecto que es inviable?”, se preguntó Fernando Ferrarotti ante la consulta de EL CIVISMO.
Este vecino del barrio Santa Elena considera que la iniciativa oficial significa discutir “sobre algo que es un retroceso a épocas pasadas”. “Ya sabemos cómo funciona la Planta Depuradora del San Bernardo, y sabemos de las quejas de los vecinos. Los olores son imbancables”, agregó.
El viernes pasado, un grupo de unos 30 vecinos se reunió con funcionarios municipales para conocer mayores detalles del proyecto. En ese encuentro estuvieron presentes Mariana Zaia y la directora de Servicios Sanitarios, Viviana Sotelo.
“Sotelo nos dijo que van a hacer todo en regla. Pero el tema es que Curtarsa también está en regla y los olores que emana son insoportables. Es imposible combatir los olores. Les pregunto a los funcionarios iluminados qué harían si ellos tuvieran a cinco metros de sus casas una planta de pretratamiento. Hay que ponerse en el lugar de los vecinos. “No queremos que nos convenzan con pavadas, ya somos grandes y sabemos que en este país cuando se dice que algo es provisorio termina siendo para siempre. Una vez que empiezan a tirar, los olores no los saca ni matusalén”, opinó, por su parte, Roberto Almada, quien vive a metros del ex matadero.
En términos similares se expresó Héctor Pighín al poner en duda la capacidad de absorción que tendrá la Planta Depuradora del barrio San Bernardo para recibir los líquidos que llegarán del predio de Bromatología.
Los vecinos también se mostraron molestos por no haber sido consultados ante tamaño proyecto. En este sentido, Ferrarotti comparó esa falta de comunicación con una situación amorosa: “Esto de venir con el cuchillo por la espalda es típico de los gobiernos. Esto es como la infidelidad, el último en enterarse siempre es el cornudo del matrimonio. Esto es lo mismo, los últimos en enterarnos somos los vecinos”.
El rechazo es acompañado por instituciones de la zona que manifestaron su descontento con la propuesta oficial.
“No queremos que se siga avanzando en el tema, que no pierdan tiempo porque no vamos a permitirlo”, dijo uno de los vecinos consultado por EL CIVISMO.
La noticia, por inesperada, cayó como un balde de agua fría para los vecinos de Santa Elena y barrios aledaños. Semanas atrás se hizo público el proyecto del gobierno referido al siempre polémico e irresuelto destino final de los líquidos que transportan los tanques atmosféricos.
Desde hace algún tiempo, la gestión de Rosso analiza utilizar parte del predio donde antiguamente funcionó el matadero municipal (hoy Bromatología), para poner en actividad, de manera temporaria, una especie de planta de pretratamiento de residuos cloacales.
La iniciativa tomó estado público cuando la Asociación de Clubes Infantiles de Fútbol del Oeste (ACIFO), entidad que tiene su sede en esos terrenos según lo establecido en una ordenanza municipal aprobada en 2001, envió una carta al Concejo Deliberante para comunicar el pedido de desalojo que la institución recibió el 2 de junio pasado de parte del gobierno.
En esa solicitud, firmada por la directora de Medio Ambiente, Mariana Zaia, se explica que la intención es utilizar un sector del predio para poner en funcionamiento el proyecto que ya despierta fuertes polémicas.
Esta semana, los vecinos comenzaron una campaña para recolectar firmas con el propósito de oponerse al intento oficial de transformar las instalaciones de la avenida José María Pérez en el lugar de descarga de los camiones atmosféricos.
En el texto que acompañan las firmas se explica que “los vecinos autoconvocados abajo firmantes de los barrios Constantini, El Ceibo, La Palomita, Champagñat, San Juan de Dios, Las Acacias y Santa Elena, se oponen a la decisión del Ejecutivo municipal de la descarga, tratamiento o pretratamiento de líquidos cloacales provenientes de tanques atmosféricos”.
“También rechazamos la instalación de caniles en el predio de Bromatología ubicado en la intersección de las calles José María Pérez y Champagñat del barrio Santa Elena. Y nos solidarizamos con la Asociación de Clubes Infantiles del Oeste para que no sean desalojados de las instalaciones que ocupan en el mencionado predio. Comprometiéndonos por el bienestar del barrio, estamos dispuestos a dialogar con las autoridades competentes, en búsqueda de una solución a estos temas importantes y trascendentes en que se ve afectada nuestra comunidad”, se agrega en el petitorio dirigido a la intendenta Rosso.
De la misma manera, instituciones educativas, religiosas y comunitarias de la zona se sumarán al rechazo manifestado por los vecinos.
UN NO ROTUNDO
“No queremos que se siga avanzando en el tema, que no pierdan tiempo porque no vamos a permitirlo. ¿Para qué vamos a trabajar sobre un proyecto que es inviable?”, se preguntó Fernando Ferrarotti ante la consulta de EL CIVISMO.
Este vecino del barrio Santa Elena considera que la iniciativa oficial significa discutir “sobre algo que es un retroceso a épocas pasadas”. “Ya sabemos cómo funciona la Planta Depuradora del San Bernardo, y sabemos de las quejas de los vecinos. Los olores son imbancables”, agregó.
El viernes pasado, un grupo de unos 30 vecinos se reunió con funcionarios municipales para conocer mayores detalles del proyecto. En ese encuentro estuvieron presentes Mariana Zaia y la directora de Servicios Sanitarios, Viviana Sotelo.
“Sotelo nos dijo que van a hacer todo en regla. Pero el tema es que Curtarsa también está en regla y los olores que emana son insoportables. Es imposible combatir los olores. Les pregunto a los funcionarios iluminados qué harían si ellos tuvieran a cinco metros de sus casas una planta de pretratamiento. Hay que ponerse en el lugar de los vecinos. “No queremos que nos convenzan con pavadas, ya somos grandes y sabemos que en este país cuando se dice que algo es provisorio termina siendo para siempre. Una vez que empiezan a tirar, los olores no los saca ni matusalén”, opinó, por su parte, Roberto Almada, quien vive a metros del ex matadero.
En términos similares se expresó Héctor Pighín al poner en duda la capacidad de absorción que tendrá la Planta Depuradora del barrio San Bernardo para recibir los líquidos que llegarán del predio de Bromatología.
Los vecinos también se mostraron molestos por no haber sido consultados ante tamaño proyecto. En este sentido, Ferrarotti comparó esa falta de comunicación con una situación amorosa: “Esto de venir con el cuchillo por la espalda es típico de los gobiernos. Esto es como la infidelidad, el último en enterarse siempre es el cornudo del matrimonio. Esto es lo mismo, los últimos en enterarnos somos los vecinos”.
“No queremos pelear. No queremos que nos obliguen a pararnos en la entrada del predio para evitar que ingresen los camiones. No hay necesidad de llegar a eso. Me parece que últimamente los políticos no están manejándose con racionalidad”, agregó Ferrarotti. (PUNTO CERO-El Civismo).
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