El vicegobernador recibió a los empleados de la secretaría de Derechos Humanos que denunciaron una agresión dentro de esa dependencia. Les pidieron la renuncia de Sara Derotier de Cobacho. Silencio en el sciolismo.
El vicegobernador recibió a una delegación de trabajadores de la secretaría de Derechos Humanos bonaerense que están reclamando la renuncia de las autoridades del área, incluida la titular de la repartición Sara Dorotier de Cobacho.
En lo que se interpreta como otro gesto de diferenciación del gobernador Daniel Scioli, Mariotto abrió las puertas de su despacho para que los empleados, algunos de ellos agredidos el viernes pasado en el interior de la Secretaría, formularan sus reclamos y expresaran su preocupación por los hechos de violencia.
Mientras tanto, desde el sciolismo mantuvieron estricto silencio. Sólo el jefe de Gabinete provincial pareció referirse a la tensión de manera indirecta al referirse a la entrega de tarjetas SUBE: “Donde algunos mal intencionados señalan presiones inexistentes, nosotros demostramos trabajo conjunto (con la Casa Rosada) y la misma pasión para llevar adelante las políticas públicas en el marco de un proyecto nacional y popular”, señaló el funcionario.
Al salir del encuentro, delegados gremiales indicaron que el vicegobernador se comprometió a transmitirle a Scioli la situación por la que atraviesa la Secretaría que conduce Sara Cobacho. "Le expresamos nuestra preocupación por la violencia sistemática que viven los trabajadores en esa dependencia", dijo el delegado de ATE, Rubén Schaposnik, quien agregó que "seguiremos con un paro de actividades por tiempo indeterminado porque con gente que tiene esa línea de acción no podemos trabajar".
El pasado viernes un grupo de trabajadores, entre ellos delegados de ATE, denunciaron que patovicas ingresaron a una de las sedes de la Secretaría y agredieron a seis de ellos mientras mantenían una reunión con el director de Promoción, Manuel Oteriño.
Por estos hechos responsabilizan a los principales funcionarios de la Secretaría con quienes vienen manteniendo diferencias desde hace varios meses.
Según el dirigente ATE César Baliña, Mariotto calificó el hecho como "gravísimo" y se comprometió a hablar con Scioli.
"Hace tiempo que venimos denunciando lo que sucede en esta Secretaría, pero las autoridades se negaron a abrir un ámbito de diálogo", agregó.
La reunión con el vicegobernador se registró en el marco de una marcha que los trabajadores de esa dependencia realizaron a la sede de la Secretaría, en 8 y 53 de esta ciudad, para repudiar la golpiza.
En ese marco, reclamaron la renuncia de la titular del área Sara Derotier de Cobacho, de su segundo Fernando Cano y de todo el equipo de la repartición.
La intervención de Mariotto en el caso se da en el marco de la embestida kirchnerista contra la política de seguridad y penitenciaria de Scioli.
Las usinas K cuestionan a la secretaría de Derechos Humanos porque estaría ejerciendo controles laxos sobre la situación que se registra en las cárceles de la provincia de Buenos Aires y esa denuncia es compartida por trabajadores del área.
El círculo vuelve sobre el ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, ya que el Servicio Penitenciario depende justamente de la cartera de este ministro, blanco predilecto de los embates kirchneristas.
En los últimos meses Cobacho -una histórica militante peronista y de los Derechos Humanos- ha sido puesta bajo la lupa de sectores cercanos a la Casa Rosada. Los dardos también le apuntan a Cano, quien ha ganado influencia en las decisiones de la Secretaría a partir los problemas de salud de su titular.
La embestida kirchnerista quedó una vez más expuesta hoy cuando el titular del bloque sabbatellista en la Cámara de Diputados bonaerense Adrián Grana, pidió la renuncia de Cobacho por "problemas de gestión" y "vaciamiento de funciones".
En medio del recambio del gabinete, sectores K pugnaron por quedarse con el cargo, pero Scioli se inclinó por mantener a Cobacho. Horas antes de definirse la continuidad de Cobacho, el Gobernador había prometido esa área al Movimiento Evita. Allí iría el sociólogo Edgardo Binstock. Sin embargo, militante de los Derechos Humanos ganó la pulseada.
Hoy, desde el Evita salieron a cuestionar las agresiones sufridas por empleados de esa cartera. “Exigimos una investigación sin dilaciones que de prontamente con los responsables de tan repudiables y míseros actos de violencia, con sus responsables institucionales, si los hubiera, y con aquellos que con su omisión permiten en las dependencias del Estado Provincial la presencia de estas practicas que le hacen un enorme daño a nuestra democracia que tanto nos costo conquistar”, dijeron desde ese armado a través de un comunicado. (La Política OnLine).
El vicegobernador recibió a una delegación de trabajadores de la secretaría de Derechos Humanos bonaerense que están reclamando la renuncia de las autoridades del área, incluida la titular de la repartición Sara Dorotier de Cobacho.
En lo que se interpreta como otro gesto de diferenciación del gobernador Daniel Scioli, Mariotto abrió las puertas de su despacho para que los empleados, algunos de ellos agredidos el viernes pasado en el interior de la Secretaría, formularan sus reclamos y expresaran su preocupación por los hechos de violencia.
Mientras tanto, desde el sciolismo mantuvieron estricto silencio. Sólo el jefe de Gabinete provincial pareció referirse a la tensión de manera indirecta al referirse a la entrega de tarjetas SUBE: “Donde algunos mal intencionados señalan presiones inexistentes, nosotros demostramos trabajo conjunto (con la Casa Rosada) y la misma pasión para llevar adelante las políticas públicas en el marco de un proyecto nacional y popular”, señaló el funcionario.
Al salir del encuentro, delegados gremiales indicaron que el vicegobernador se comprometió a transmitirle a Scioli la situación por la que atraviesa la Secretaría que conduce Sara Cobacho. "Le expresamos nuestra preocupación por la violencia sistemática que viven los trabajadores en esa dependencia", dijo el delegado de ATE, Rubén Schaposnik, quien agregó que "seguiremos con un paro de actividades por tiempo indeterminado porque con gente que tiene esa línea de acción no podemos trabajar".
El pasado viernes un grupo de trabajadores, entre ellos delegados de ATE, denunciaron que patovicas ingresaron a una de las sedes de la Secretaría y agredieron a seis de ellos mientras mantenían una reunión con el director de Promoción, Manuel Oteriño.
Por estos hechos responsabilizan a los principales funcionarios de la Secretaría con quienes vienen manteniendo diferencias desde hace varios meses.
Según el dirigente ATE César Baliña, Mariotto calificó el hecho como "gravísimo" y se comprometió a hablar con Scioli.
"Hace tiempo que venimos denunciando lo que sucede en esta Secretaría, pero las autoridades se negaron a abrir un ámbito de diálogo", agregó.
La reunión con el vicegobernador se registró en el marco de una marcha que los trabajadores de esa dependencia realizaron a la sede de la Secretaría, en 8 y 53 de esta ciudad, para repudiar la golpiza.
En ese marco, reclamaron la renuncia de la titular del área Sara Derotier de Cobacho, de su segundo Fernando Cano y de todo el equipo de la repartición.
La intervención de Mariotto en el caso se da en el marco de la embestida kirchnerista contra la política de seguridad y penitenciaria de Scioli.
Las usinas K cuestionan a la secretaría de Derechos Humanos porque estaría ejerciendo controles laxos sobre la situación que se registra en las cárceles de la provincia de Buenos Aires y esa denuncia es compartida por trabajadores del área.
El círculo vuelve sobre el ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, ya que el Servicio Penitenciario depende justamente de la cartera de este ministro, blanco predilecto de los embates kirchneristas.
En los últimos meses Cobacho -una histórica militante peronista y de los Derechos Humanos- ha sido puesta bajo la lupa de sectores cercanos a la Casa Rosada. Los dardos también le apuntan a Cano, quien ha ganado influencia en las decisiones de la Secretaría a partir los problemas de salud de su titular.
La embestida kirchnerista quedó una vez más expuesta hoy cuando el titular del bloque sabbatellista en la Cámara de Diputados bonaerense Adrián Grana, pidió la renuncia de Cobacho por "problemas de gestión" y "vaciamiento de funciones".
En medio del recambio del gabinete, sectores K pugnaron por quedarse con el cargo, pero Scioli se inclinó por mantener a Cobacho. Horas antes de definirse la continuidad de Cobacho, el Gobernador había prometido esa área al Movimiento Evita. Allí iría el sociólogo Edgardo Binstock. Sin embargo, militante de los Derechos Humanos ganó la pulseada.
Hoy, desde el Evita salieron a cuestionar las agresiones sufridas por empleados de esa cartera. “Exigimos una investigación sin dilaciones que de prontamente con los responsables de tan repudiables y míseros actos de violencia, con sus responsables institucionales, si los hubiera, y con aquellos que con su omisión permiten en las dependencias del Estado Provincial la presencia de estas practicas que le hacen un enorme daño a nuestra democracia que tanto nos costo conquistar”, dijeron desde ese armado a través de un comunicado. (La Política OnLine).
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