SAN MARTIN, Junio 05, (PUNTO CERO) El peronismo dio muestras de saber cómo y dónde pararse cuando las papas queman. La cintura política de los dirigentes justicialistas sanmartinenses es inigualable. Unos realmente creen en la gestión de Ricardo Ivoskus. Otros no tienen frazadas para pasar el invierno que está azotando al partido que el General creó y buscan cobijo en las huestes del amable vecinalismo.
Alejandro Battaglia, concejal por San Martín, Honestidad y trabajo, antes pejotista, logró huir de las peleas que sus “compañeros” están protagonizando hace tiempo. Sin duda alguna, Battaglia, pertenece a la nueva política contradictoria que el esquema nacional genera. ¿Es concertador? Hoy si. Porque sus bases doctrinarias no tienen ningún tipo de acercamiento con las radicales. Sin embargo, el intendente Ricardo Ivoskus supo contener a muchos sectores que en elecciones anteriores fulminaron a su espacio político. Recibió críticas desmedidas, operaciones políticas y de prensa. Los mismos que buscaron lo que no existía hoy quieren sacarse una foto con el mandatario municipal que todo lo puede, aunque no reciba los fondos que deberían entregar desde Nación y Provincia.
Los punteros que en otros tiempos trabajaban para viejos caudillos de San Martín, ayer estaban mirando cómo se les iba un “compañero” a los brazos de Ivoskus. El camino que hizo Battaglia es el que otros concejales están por hacer. Es el camino que la coyuntura política les permite hacer. Por varias razones, el ivoskismo es un imán para aquel desamparado político que no tiene ni voz ni voto en su propio espacio. Sumando, también, el deterioro de ése espacio si sólo nos detuviéramos en el PJ local.
Ese es el escenario que ofrece San Martín. Es política pura. Rosca de lo más salvaje. Pero es lo que hay y muchos coinciden en que conformarse es lo que conviene. Ni hablar ni representar a un espacio opositor parece ser el lema principal que escriben los dirigentes que están en la vereda de enfrente a la de Honestidad y Trabajo.
A pesar del estado lamentable en el que se encuentra la política, este hecho es el fiel reflejo de la vida. Todos, siempre, quieren jugar con el ganador.
El PJ ya se quemó con el lácteo ivoskista, ahora ve un Ivoskus y llora. (PUNTO CERO).
Alejandro Battaglia, concejal por San Martín, Honestidad y trabajo, antes pejotista, logró huir de las peleas que sus “compañeros” están protagonizando hace tiempo. Sin duda alguna, Battaglia, pertenece a la nueva política contradictoria que el esquema nacional genera. ¿Es concertador? Hoy si. Porque sus bases doctrinarias no tienen ningún tipo de acercamiento con las radicales. Sin embargo, el intendente Ricardo Ivoskus supo contener a muchos sectores que en elecciones anteriores fulminaron a su espacio político. Recibió críticas desmedidas, operaciones políticas y de prensa. Los mismos que buscaron lo que no existía hoy quieren sacarse una foto con el mandatario municipal que todo lo puede, aunque no reciba los fondos que deberían entregar desde Nación y Provincia.
Los punteros que en otros tiempos trabajaban para viejos caudillos de San Martín, ayer estaban mirando cómo se les iba un “compañero” a los brazos de Ivoskus. El camino que hizo Battaglia es el que otros concejales están por hacer. Es el camino que la coyuntura política les permite hacer. Por varias razones, el ivoskismo es un imán para aquel desamparado político que no tiene ni voz ni voto en su propio espacio. Sumando, también, el deterioro de ése espacio si sólo nos detuviéramos en el PJ local.
Ese es el escenario que ofrece San Martín. Es política pura. Rosca de lo más salvaje. Pero es lo que hay y muchos coinciden en que conformarse es lo que conviene. Ni hablar ni representar a un espacio opositor parece ser el lema principal que escriben los dirigentes que están en la vereda de enfrente a la de Honestidad y Trabajo.
A pesar del estado lamentable en el que se encuentra la política, este hecho es el fiel reflejo de la vida. Todos, siempre, quieren jugar con el ganador.
El PJ ya se quemó con el lácteo ivoskista, ahora ve un Ivoskus y llora. (PUNTO CERO).
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