Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor de un 65% de las personas con discapacidad visual son mayores de 50 años.
A medida que las personas se van acercando a la tercera edad es común que se tenga mayor atención al cuidado de la salud en general. Entre las amenazas más conocidas se encuentran las enfermedades crónico-degenerativas, tales como los problemas cardiacos, la diabetes, la hipertensión arterial, cirrosis hépatica y los distintos tipos de cáncer.
Sin embargo, pocos toman conciencia de otras amenazas comunes que se hacen evidentes en esta etapa de la vida hasta que las viven: las complicaciones oculares.
Aunque la salud visual en la mayoría de los casos no compromete la vida, sí es parte esencial de ella, ya que una mala práctica en el cuidado de los ojos puede traer consecuencias irreversibles.
Es común que las personas adultas acepten los problemas de la vista como una parte natural del proceso de envejecimiento.
Sin embargo, cuando el sentido de la vista no funciona adecuadamente cobra un valor indescriptible.
La vista, como cualquier otra función del organismo, requiere de acciones para cuidarla y protegerla, incluso desde la juventud.
La degeneración macular, el glaucoma, el ojo seco y la catarata son algunas enfermedades que aparecen con mayor incidencia en los adultos mayores, por eso es necesario saber cómo prevenirlas y conocer cuáles son los síntomas y cómo tratarlas.
Para proteger la visión, el Instituto Nacional del Ojo (National Eye Institute, NEI), entidad que pertenece a los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (National Institutes of Health, NIH), recomienda lo siguiente:
1. Acudir al médico con regularidad para determinar la presencia de enfermedades como la diabetes, ya que algunos problemas de salud también pueden causar daño en los ojos.
2. Realizar un examen completo de los ojos con el especialista de la visión anualmente. Ésta es la única manera en que podrá mejorar sus condiciones visuales y descubrir la presencia de enfermedades como glaucoma y catarata, entre otras.
3. Conocer su historial familiar respecto a antecedentes de salud ocular, para saber si tiene predisposición a desarrollar enfermedades de la visión.
4. Alimentarse sanamente para proteger su vista. Una dieta rica en frutas y verduras, especialmente verduras de hoja verde oscuro es importante para mantener sanos los ojos.
5. Mantener un peso saludable. Tener sobrepeso u obesidad aumenta el riesgo de desarrollar diabetes y otras condiciones sistémicas, que pueden conducir a la pérdida de visión.
6. Evitar el cigarro. Fumar se ha relacionado con el desarrollo de degeneración macular relacionada con la edad, cataratas y daño al nervio óptico.
7. Protegerse contra los rayos UV solares a través del uso de lentes fotosensibles que bloqueen 100% la radiación UV-A y UV-B.
8. Dar a sus ojos descanso. Si permanece mucho tiempo en la computadora se recomienda que cada 20 minutos aparte la vista para reducir el cansancio ocular.
Una sugerencia básica es el uso diario de lentes fotosensibles que tienen la capacidad de bloquear los rayos UV, así como adaptarse automáticamente a los cambios de luminosidad en cualquier ambiente, ya que exponerse a los rayos solares cotidianamente aumenta el riesgo de que en la tercera edad se sufran padecimientos como degeneración macular y cataratas; ésta última, principal causa de ceguera en el mundo, según la OMS.
“Proteger y cuidar la visión es una tarea cotidiana que garantiza la calidad de vida hoy y en el futuro”, comentó Carla Padoan de Transitions Optical. Siempre es importante consultar a un profesional en salud visual sobre cómo proteger la visión, y tener en cuenta que la prevención es la mejor medicina.
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