El escrutinio provisorio tomó el 96,84% de las mesas. El resto recién se conocerá en el escrutinio definitivo, que empieza el viernes. Con estos datos, Alfonsín aventaja a Duhalde por sólo 1.494 votos. Hay votos pendientes en Mendoza, Posadas, Córdoba y en la provincia de Buenos Aires.
Eduardo Duhalde y Ricardo Alfonsín podrían terminar contando votos a mano para saber cuál de los dos queda segundo en las elecciones primarias. Esto se sabrá recién cuando finalice el escrutinio definitivo que comenzará el miércoles y en la provincia de Buenos Aires puede demorarse hasta diez días.
El escrutinio provisorio tomó el 96,84% de las 85.936 mesas. Hay 2.715 que no pudieron conocerse sus resultados porque el Ministerio del Interior detectó errores en los telegramas. El más típico es una mayor cantidad de votos a la del padrón habilitado para participar.
Los principales errores se dieron en mesas de Mendoza, Posadas, Córdoba y en la provincia de Buenos Aires, donde el escrutinio definitivo, a cargo del juez Humberto Manuel Blanco, suele demorarse hasta más de diez días.
Según los datos parciales en el territorio bonaerense aún no se escrutaron el 6 por ciento de las mesas. Hasta ahora la tendencia es a favor de Duhalde por más de 200 mil votos.
Justamente, fuentes cercanas a quienes están a cargo del recuento contaron a LPO que, por lo general, las tendencias no suelen variar en las urnas que quedan para la última parte, por es en muchos casos los apoderados ni siquiera se molestan en exigir un recuento.
No será este el caso: Alfonsín y Duhalde ya celebraron ayer un segundo puesto que no tenían confirmado y que en los hechos sería simbólico. El ex presidente fue más lejos y pronosticó quedar en ese puesto a distancia del tercero, algo ya imposible.
Con esas ambiciones, el procedimiento para el recuento definitivo puede derivar en una guerra cuerpo a cuerpo entre los apoderados de cada provincia, que deberá pelear por lo suyo en los juzgados federales con competencia electoral.
En caso de que no haya acuerdo entre la información de los telegramas, las actas y los padrones, el último caso será abrir las urnas y contar voto por voto. Situación más que tensionante.
Eduardo Duhalde y Ricardo Alfonsín podrían terminar contando votos a mano para saber cuál de los dos queda segundo en las elecciones primarias. Esto se sabrá recién cuando finalice el escrutinio definitivo que comenzará el miércoles y en la provincia de Buenos Aires puede demorarse hasta diez días.
El escrutinio provisorio tomó el 96,84% de las 85.936 mesas. Hay 2.715 que no pudieron conocerse sus resultados porque el Ministerio del Interior detectó errores en los telegramas. El más típico es una mayor cantidad de votos a la del padrón habilitado para participar.
Los principales errores se dieron en mesas de Mendoza, Posadas, Córdoba y en la provincia de Buenos Aires, donde el escrutinio definitivo, a cargo del juez Humberto Manuel Blanco, suele demorarse hasta más de diez días.
Según los datos parciales en el territorio bonaerense aún no se escrutaron el 6 por ciento de las mesas. Hasta ahora la tendencia es a favor de Duhalde por más de 200 mil votos.
Justamente, fuentes cercanas a quienes están a cargo del recuento contaron a LPO que, por lo general, las tendencias no suelen variar en las urnas que quedan para la última parte, por es en muchos casos los apoderados ni siquiera se molestan en exigir un recuento.
No será este el caso: Alfonsín y Duhalde ya celebraron ayer un segundo puesto que no tenían confirmado y que en los hechos sería simbólico. El ex presidente fue más lejos y pronosticó quedar en ese puesto a distancia del tercero, algo ya imposible.
Con esas ambiciones, el procedimiento para el recuento definitivo puede derivar en una guerra cuerpo a cuerpo entre los apoderados de cada provincia, que deberá pelear por lo suyo en los juzgados federales con competencia electoral.
En caso de que no haya acuerdo entre la información de los telegramas, las actas y los padrones, el último caso será abrir las urnas y contar voto por voto. Situación más que tensionante.
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