miércoles, mayo 09, 2012

A PARTIR DE SU ALIANZA ESTRATÉGICA CON JAPÓN EN TECNOLOGÍA. Brasil lidera digitalización de medios en la Región.

Lo indica el libro "La televisión digital terrestre", recientemente presentado en la Feria del Libro de Buenos Aires. "Repartir frecuencias y fomentar la aparición de más canales sin preocuparse por su financiación encierra numerosos peligros", señala también la publicación.

El paso a la digitalización de la tradicional televisión analógica en Argentina, Brasil y México, así como en Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y China se analiza en la obra "La televisión digital terrestre", que se presentó en la Feria del Libro y en la que se advierte que en ningún país esa transición sirvió para una "transformación democratizadora del sistema audiovisual".

En el libro, además, se observa que la experiencia de la digitalización evidenció un "mundo multipolar": el de la tríada Estados Unidos-Unión Europea-Japón, que desarrollaron estándares tecnológicos, y también "nuevas potencias económicas en ascenso" como China, con su propio modelo, y Brasil, país que asumió una "posición de liderazgo en la geopolítica de la TDT", según dijo a la agencia ANSA uno de los autores de la obra, el argentino Luis Albornoz.

Brasil, "a partir de su alianza estratégica con Japón en torno al estándar tecnológico de emisión-recepción de señales de televisión y a su diplomacia, ha logrado que la mayor parte de los países latinoamericanos se decida por el modelo nipo-brasileño", explicó Albornoz, licenciado en Comunicación de la Universidad de Buenos Aires.

En el libro se explica, en efecto, que la determinación del gobierno brasileño presidido por Luiz Inácio Lula da Silva de optar, en 2006, por el modelo japonés ISDB-T tuvo influencia en Argentina, que adoptó la misma tecnología a partir de 2009, y en otros países, como Chile, Venezuela, Ecuador y Uruguay.

Eso implicó "un desafío al tradicional peso político-económico europeo y estadounidense en América Latina, un cambio histórico en el marco de unos sistemas nacionales que a la hora de adoptar el sistema de televisión color en los años setenta se decantaron por los estándares europeos (en Argentina, Brasil y Uruguay) o el estadounidense (en Chile, Colombia, México y Venezuela)", recordó Albornoz.

El experto resaltó de todos modos que "la implementación de la TDT tanto en Brasil como en el resto de los países analizados ha estado en gran medida guiada por el resguardo de los intereses comerciales de los grandes operadores de televisión que, en el caso brasileño, se tradujo en el peso decisivo de Organizaçäo Globo, el principal conglomerado mediático de Sudamérica".

Los cambios ya registrados
Pese a que el eje del libro consiste en subrayar cómo la introducción de la TDT no ha presentado cambios en la democratización del sector audiovisual, también hace hincapié en la intervención de los Estados o Gobiernos en el proceso tras décadas de la llamada "desregulación" en la decisiones de políticas de medios.

Además, la obra, que reúne a diferentes investigadores de distintos países, algunos integrantes de la Unión Latina de Economía Política de la Información, realiza una reseña histórica sobre los orígenes de la TDT en los años ochenta, y explica los procedimientos acerca de la definición de los principales estándares tecnológicos, a mediados de los años noventa.

Dichos modelos dividieron al mundo al revelar distintas zonas de influencias, como el caso de la alianza nipo-brasileña en América del Sur, o el de Estados Unidos, precursor en patentar tecnología para emisiones en TDT, en América del Norte, donde países como México y Canadá tomaron rápidamente el modelo de Tv color estadounidense ATSC, también incorporado por naciones centroamericanas, como Honduras, El Salvador, Guatemala o República Dominicana.

En relación con Europa, la obra se centra en las experiencias de España, Francia y el Reino Unido, y recalca que el Viejo Continente encabezó la implementación del servicio TDT, mientras su estándar tecnológico DVB-T se expandió en India, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Mozambique.

Otro punto que sobresale en el libro es el de atender la "importancia de la viabilidad y sostenibilidad económica que debe apuntalar la expansión de la TDT" que "en un contexto de crisis económica mundial en el que la inversión publicitaria se resiente y se debe sopesar cuidadosamente el destino del dinero público, repartir frecuencias y fomentar la aparición de más canales sin preocuparse por su financiación encierra numerosos peligros".

Uno de esos riesgos, según García Leiva, es "la expansión del pago directo por parte del espectador para sostener señales a las que antes se accedía en abierto, o la concentración desbocada una vez que esas nuevas señales no puedan sostenerse", completó. (Empresas News).

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