ITUZAINGO, Marzo 21, (PUNTO CERO-El diario de Ituzaingó). Los vecinos del San Alberto lindantes al terreno donde la empresa Edenor tiene planeado construir una subestación eléctrica, continúan su lucha para evitar la instalación.
Al finalizar la feria judicial, recibieron una respuesta del gobierno municipal en la cual se catalogaba de «inocua» la presencia de esta construcción que propagará 132 mil volts de electromagnetismo frente a decenas de casas. Como consecuencia, los vecinos realizaron una lluvia de denuncias, al mismo tiempo que la empresa prosiguió con los trámites para lograr su habilitación.
Andrea Lopardo, una vecina que vive a 200 metros de donde se planea realizar la subestación, comentó a El diario que «hasta diciembre no habíamos tenido respuesta alguna del Municipio, pero cuando terminó la feria judicial nos dieron una respuesta más evasiva que informativa». Allí se les notificaba que el estudio de impacto ambiental que debió realizar la empresa determinaba que la instalación no provocaba daño.
Lopardo explicó que desde el gobierno local no les permitieron ver el informe realizado por Edenor, por lo que un grupo de vecinos decidió interponer abogados para realizar varias denuncias. Algunas de ellas tuvieron como destino el OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible) y otras le advirtieron al gobierno comunal sobre la negativa a entregar información ambiental.
En este último punto es que los vecinos sustentan sus reclamos en la Ley General del Ambiente, en la cual se establece en su artículo segundo: «La política ambiental nacional deberá cumplir los siguientes objetivos: (…) promover el mejoramiento de la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras, en forma prioritaria, fomentar la participación social en los procesos de toma de decisión, (…) prevenir los efectos nocivos o peligrosos que las actividades antrópicas generan sobre el ambiente para posibilitar la sustentabilidad ecológica, económica y social del desarrollo».
Los vecinos informaron a El diario que el 23 de enero la empresa distribuidora de energía eléctrica presentó el informe de impacto ambiental en el OPDS, para lograr allí la aprobación de uno de los dos organismos que le permitirá comenzar la obra. La otra institución es el ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad), de donde deberán obtener el certificado de Conveniencia y Necesidad Pública. Sin embargo, Lopardo sostuvo que «la última palabra la tiene el Municipio, es allí donde obtendrán la habilitación».
«Albero Descalzo quiere la subestación pero nosotros vamos a luchar hasta las últimas consecuencias», explicó la vecina de San Alberto, a lo que agregó: «Nosotros tenemos la copia de un manuscrito del 2004 donde las autoridades locales se opusieron a la instalación de una subestación en Villa León». En ese entonces los vecinos, apoyados por el gobierno, lograron que no se lleve a cabo la construcción de una estación eléctrica en el terreno entre Balbastro y 26 de Abril.
Uno de los puntos discutidos por los frentistas fue la idea de que la subestación eléctrica se construya en terrenos del Ceamse, donde no hay población. Un proyecto con estas características fue presentado por el concejal Rubén Maglioti (ARI), pero fue rechazado por el concejo deliberante. «Este es un barrio discriminado, es una de las zonas más pobres de Ituzaingó», explicó Lopardo.
El terreno en cuestión limita con el barrio San Alberto, Villa Las Naciones y el Barrio Policial. «Es importante remarcar que las subestaciones que abastecen una zona están en otros distritos o ciudades, por ejemplo la de Morón queda en Hurlingham y la que planean construir acá se llamará Padua», sostuvo la vecina.
En Ituzaingó sur una construcción similar está generando problemas entre los vecinos desde junio del 2008. Según comentó Lopardo, falleció una maestra por cáncer y existen otros diez casos de vecinos que presentan esta enfermedad.
Andrea Lopardo, una vecina que vive a 200 metros de donde se planea realizar la subestación, comentó a El diario que «hasta diciembre no habíamos tenido respuesta alguna del Municipio, pero cuando terminó la feria judicial nos dieron una respuesta más evasiva que informativa». Allí se les notificaba que el estudio de impacto ambiental que debió realizar la empresa determinaba que la instalación no provocaba daño.
Lopardo explicó que desde el gobierno local no les permitieron ver el informe realizado por Edenor, por lo que un grupo de vecinos decidió interponer abogados para realizar varias denuncias. Algunas de ellas tuvieron como destino el OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible) y otras le advirtieron al gobierno comunal sobre la negativa a entregar información ambiental.
En este último punto es que los vecinos sustentan sus reclamos en la Ley General del Ambiente, en la cual se establece en su artículo segundo: «La política ambiental nacional deberá cumplir los siguientes objetivos: (…) promover el mejoramiento de la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras, en forma prioritaria, fomentar la participación social en los procesos de toma de decisión, (…) prevenir los efectos nocivos o peligrosos que las actividades antrópicas generan sobre el ambiente para posibilitar la sustentabilidad ecológica, económica y social del desarrollo».
Los vecinos informaron a El diario que el 23 de enero la empresa distribuidora de energía eléctrica presentó el informe de impacto ambiental en el OPDS, para lograr allí la aprobación de uno de los dos organismos que le permitirá comenzar la obra. La otra institución es el ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad), de donde deberán obtener el certificado de Conveniencia y Necesidad Pública. Sin embargo, Lopardo sostuvo que «la última palabra la tiene el Municipio, es allí donde obtendrán la habilitación».
«Albero Descalzo quiere la subestación pero nosotros vamos a luchar hasta las últimas consecuencias», explicó la vecina de San Alberto, a lo que agregó: «Nosotros tenemos la copia de un manuscrito del 2004 donde las autoridades locales se opusieron a la instalación de una subestación en Villa León». En ese entonces los vecinos, apoyados por el gobierno, lograron que no se lleve a cabo la construcción de una estación eléctrica en el terreno entre Balbastro y 26 de Abril.
Uno de los puntos discutidos por los frentistas fue la idea de que la subestación eléctrica se construya en terrenos del Ceamse, donde no hay población. Un proyecto con estas características fue presentado por el concejal Rubén Maglioti (ARI), pero fue rechazado por el concejo deliberante. «Este es un barrio discriminado, es una de las zonas más pobres de Ituzaingó», explicó Lopardo.
El terreno en cuestión limita con el barrio San Alberto, Villa Las Naciones y el Barrio Policial. «Es importante remarcar que las subestaciones que abastecen una zona están en otros distritos o ciudades, por ejemplo la de Morón queda en Hurlingham y la que planean construir acá se llamará Padua», sostuvo la vecina.
En Ituzaingó sur una construcción similar está generando problemas entre los vecinos desde junio del 2008. Según comentó Lopardo, falleció una maestra por cáncer y existen otros diez casos de vecinos que presentan esta enfermedad.
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