El clima preelectoral amenaza al PRO en su gestión y en su trabajo legislativo. Por ello, y ante la candidatura del ex jefe de gobierno, el bloque telermanista comenzará a endurecer sus posiciones y a complicar la sanción de leyes clave para el Ejecutivo. Las negociaciones internas y la preocupación de los operadores macristas.
La candidatura a diputado nacional de Jorge Telerman generó mucha preocupación en el macrismo, tanto en Bolívar I como en Perú 160. Es que actualmente, y al menos hasta el 10 de diciembre de este año, el PRO cuenta con una bancada de 26 legisladores y, al menos para llegar al quórum, se necesitan 31 diputados. En este marco, durante 2008 quienes aportaron votos trascendentales, en muchas oportunidades, fueron los “telermanistas” (que aún no conformaron un bloque propio) como Juan Manuel Olmos, Raúl Fernández, Alejandro Rabinovich o Fernando Cantero.
Pero con el clima preelectoral, y con el propio Jorge Telerman dispuesto a pelear por una banca en el Congreso, los aliados al ex jefe de gobierno (en principio siete diputados) comenzaron a endurecer sus posiciones sobre algunas cuestiones y ya se vislumbra que no acordarán las leyes con la predisposición con la que contaban los macristas hasta ahora.
A esto hay que sumarle un dato no menor: en casi todos los casos los telermanistas son legisladores de peso en el armado de mayorías legislativas (presiden comisiones o fueron altos funcionarios del Ejecutivo), a diferencia de la bancada del PRO, donde abundan los inexpertos y no son muchos los capacitados para sacar una ley de trascendencia con consenso, según creen en el propio macrismo. Por ello, en estos días los principales operadores de Macri en la Legislatura porteña comenzaron a tantear qué posición adoptarán los telermanistas de cara al año legislativo que recién comienza.
A esto hay que sumarle un dato no menor: en casi todos los casos los telermanistas son legisladores de peso en el armado de mayorías legislativas (presiden comisiones o fueron altos funcionarios del Ejecutivo), a diferencia de la bancada del PRO, donde abundan los inexpertos y no son muchos los capacitados para sacar una ley de trascendencia con consenso, según creen en el propio macrismo. Por ello, en estos días los principales operadores de Macri en la Legislatura porteña comenzaron a tantear qué posición adoptarán los telermanistas de cara al año legislativo que recién comienza.
Para el jefe de gobierno seguir con la gestión es parte del plan para ganar la Capital Federal. No detener las obras y avanzar con leyes importantes forman parte, no sólo de la gestión, sino de una forma de encarar las elecciones, tal como aconseja el ecuatoriano Jaime Barba Durán.
Ante esto, la gobernabilidad es un término que no sólo sobrevuela el gobierno nacional, sino que ya resuena entre los macristas. Por eso, y ante el peligro de quedarse sin mayoría, los teléfonos de los telermanistas no dejan de sonar.
“El poder de fuego que tienen es mucho mayor al del resto de la oposición”, apunta a La Política Online un legislador del PRO, quien acepta que tendrán que “rearmar” el esquema de poder en la Legislatura para seguir sacando leyes.Por supuesto, saben de antemano que no cuentan ni con el ibarrismo ni con los bloques de izquierda.
Quizás con un apéndice del kirchnerismo y de la Coalición Cívica, aunque los diputados porteños de "Lilita" también prometen endurecer sus posiciones hacia el 28 de junio.
En este marco, en el Ejecutivo también comenzaron a tejer líneas con los aliados a Telerman en una suerte de operativo de contención. “Si ellos empiezan la campaña y no cerramos un pacto de no - agresión, nuestros ministros van a empezar a desfilar por la Legislatura”, analiza otra fuente consultada en off.
Así las cosas, Macri tendrá que intentar una diagonal que le permita, en plena campaña electoral, mantener la gobernabilidad y a la vez ganar las elecciones. Un dilema difícil de resolver.
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