sábado, marzo 21, 2009

La decadencia kirchnerista ya jaquea a los intendentes

BUENOS AIRES, Marzo 21, (PUNTO CERO-La Política On Line). Más allá de la fecha de elecciones, son muchos los municipios donde se prevé un duro golpe al oficialismo que se traslucirá directamente en la conformación y la pérdida de la mayoría en los concejos deliberantes. La oposición ve el poder cerca y empieza a unirse. Ya se habla de “cogobernación” y muchos mandatarios temen por su futuro y por juicios políticos”.
Tres casos modelo del caldeado conurbano.
La crisis política que atraviesa el kirchnerismo tiene su espejo con varios puntos de gravedad en muchos municipios del conurbano. No son pocos los intendentes que buscan la manera de escapar a una derrota electoral que se les avecina, la cual los dejaría en jaque con sus mayorías en las legislaturas comunales y con serios problemas de gobernabilidad.
La fecha de las elecciones en los municipios es un tema que ya pasó a segundo plano. En junio o en octubre, se multiplican los intendentes kirchneristas –o cercanos al gobierno- a los que las urnas podría condenar definitivamente. Muchos de ellos, que desplazaron al peronismo tradicional para llegar con aires de “renovación”, hoy lamentan no contar con el aparato pejotista para contener y ya escuchan términos como “cogobernación” o –aún más preocupante-, “juicio político” y posterior “destitución”.
En el conurbano, varios son los intendentes que arañan la mayoría en el Concejo Deliberante de su localidad. En muchos casos, tienen que renovar bancas propias que, según las encuestas, difícilmente puedan sostener. La aspiración es perder la menor cantidad posible.
Compartiendo el poder
En sectores del segundo cordón, la política fue aumentar y aumentar para financiarse y hoy no les paga nadie”, comentó en off the record a La Política Online un ex intendente que en estos días se acomoda en mejores sillones. Con amplia experiencia en el cargo, anota un problema aún mayor: “El riesgo de perder la mayoría no es solamente tener que entregar la presidencia del Concejo y prácticamente firmar una cogobernación: el riesgo es la posible avalancha de juicios políticos”. Rápidamente, el hombre del sur del Gran Buenos Aires cita los casos históricos de Carlos Rousselot en Morón o –más reciente- el de Roberto Porreti en Pinamar. “En el conurbano los votos se manejan con prevendas, no hay pactos políticos. Cuando te empezás a caer, te pisan” se explayó en un pico de sinceridad otro ex mandatario bonaerense.
La dependencia política de los intendentes con respecto a sus concejos deliberantes, claro está, es mucho más determinante a la de los gobernadores con las Legislaturas o los presidentes con el Congreso. Sin firma de decretos ni ningún canal administrativo para evadirlos, por los concejos pasan todas y cada una de las licitaciones, decisiones o asuntos por menores que sean.
En los municipios todo se negocia.
Por esto, ya se empieza a desnudar esa debilidad de muchos intendentes en la estrategia de cara a las elecciones. Muchos, mientras ven cómo la oposición local –que huele la cercanía del poder- se empieza a unir, trabajan en el lanzamiento de listas colectoras en otros frentes, como por ejemplo el peronismo disidente. El caso de los jefes comunales de Almirante Brown, Darío Giustozzi; de Lomas de Zamora, Jorge Rossi, y de San Vicente, Daniel Di Sabatino, no sólo se asemeja en que llegaron a la presidencia del PJ local encabezando listas únicas –al estilo Néstor Kirchner-, sino en que todos ellos están en seria crisis de gobernabilidad en sus distritos.
Por otro lado, Giustozzi y Di Sabatino no provienen de la estructura básica del PJ sino que justamente desplazaron del poder a viejos barones del conurbano. La ansiada “renovación”, al parecer, la tienen más que complicada.
Lomas de Zamora
El caso de Rossi sea, tal vez, el más intrincado–al menos a priori-. Su mandato ya empezó con dificultades, cuando fue reelecto en la intendencia en una apretadísima elección. Rossi ganó con el 17 por ciento de los votos. Así se impuso a dos figuras con peso propio, como son Osvaldo Mércuri y el diputado provincial kirchnerista Fernando “Chino” Navarro. De hecho, hasta hubo denuncias pidiendo la anulación de los comicios.
Esta situación, con el avance de la crisis política, se traduce ahora en el corazón de su distrito. En el Concejo Deliberante de Lomas de Zamora ya se unificó en bloque la alianza que, a nivel nacional, sellaron el macrismo con Francisco De Narváez y Felipe Solá. Hoy tienen un bloque de cinco –“seis con Amalvy, que está demorando” confesó un concejal del frente- que preside Pablo Portell –de Unión PRO- y secunda Diego Cordera –responde a Mércuri-.
Pero no se limita a eso. La oposición a la gestión de Rossi hoy se integra también por un concejal cobista, uno del movimiento Libres del Sur –que comanda el piquetero y ex funcionario K, Jorge “Huevo” Cevallos- y dos de la Coalición Cívica. Según el mapa, salga como salga la elección, Rossi perdería la mayoría. En el peor de los casos, quedaría con 10 concejales y, en el mejor, con 12. Hoy, son oficialismo el bloque del Frente para la Victoria, donde hay un concejal de Navarro y uno de Gabriel Mariotto, más 5 del PJ y el presidente del Concejo Deliberante, Santiago Carasatorre. De esos diez, renuevan 6 bancas. Se les suma el caso del “macrista disidente”, Carlos Fiorentino, que juega con Rossi y también renueva.
Un dato importante es que entre los que deberán vaciar su banca está Carasatorre, por lo cual quedará vacante la presidencia del Concejo. La oposición ya avisó a La Política Online que, si ganan la elección y reducen el oficialismo a 10 concejales, van a exigir la presidencia. En los municipios, el presidente del Concejo Deliberante es el segundo del intendente en la línea de sucesión. El primer paso para la destitución o la cogobernación, si logra negociar.
Almirante Brown
Giustozzi, el dirigente que responde directamente al ministro del Interior Florencio Randazzo, vive una situación igual de complicada al de su par de Lomas. De los doce concejales que tiene, renuevan 11. Según los números de los primeros sondeos, el intendente de Almirante Brown es otro que tras las elecciones perdería la mayoría en la Legislatura local.
En el Concejo Deliberante local hay cuatro de Unión PRO –aquella alianza que hicieron en 2007 De Narváez y Macri-, dos del peronismo –cercanos al ex intendente Jorge Villaverde- y dos de la Coalición Cívica. Pero aquí entra a jugar un dato no menor: de los 24 concejales, 21 son justicialistas. ¿Qué significa esto? “De acuerdo a la coyuntura, arman o desarman, juegan con este o juegan con el otro. No hay una fuerza organizada”, explicó un vocero del distrito a este medio.
San VicenteCon un solo dato se puede demostrar la crisis política del intendente de San Vicente, Di Sabatino: tuvo que entregar la presidencia del Concejo Deliberante nada menos que al secretario General del gremio de los Municipales.
A sólo unos días de asumir, el Concejo Deliberante designó a Carlos Vergara como su titular en un acuerdo que alcanzaron el Frente para la Victoria (que cuenta con cinco concejales), el oficialismo (tres ediles) y la Coalición Cívica (dos legisladores).
En tanto, como vicepresidente 1° fue elegido Daniel Nelson (oficialismo) y como vicepresidente 2° Gustavo Cabello, de la Coalición. Ese es el desolador mapa legislativo que enfrenta Di Sabatino, con una legislatura partida en cinco bloques distintos. La situación, con el paso del tiempo y la falta de apoyo a la gestión municipal llegó a la Justicia.
Di Sabatino, recurrió a ella para que revea una resolución del Concejo Deliberante que le negó facultades especiales pedidas “para reasignar fondos de partidas de programas nacionales o provinciales, y también de cuentas municipales para utilizarla en necesidades urgentes, como el pago de sueldos o el abastecimiento de alimentos para comedores, reparaciones de camiones y máquinas”, según informan medios locales.
En contra votaron el bloque del Frente Para la Victoria, junto a cinco concejales del espacio del ex intendente Antonio Arcuri, y el Frente Coalición Cívica.

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