Según un estudio privado, a ocho meses del último aumento otorgado por el gobierno argentino, la capacidad adquisitiva del salario mínimo -1.240 pesos- se contrajo a un nivel inferior en ese porcentaje al que tenía en agosto de 2007.
El último informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano asegura que a doce meses de haberse acordado el último incremento escalonado y a ocho de hacerse efectivo el último aumento, la capacidad adquisitiva del sueldo mínimo se contrajo un 16,4% en términos de paridad de poder adquisitivo (PPA), hasta un nivel inferior al de agosto de 2007. Pese a ello, la remuneración mínima argentina continúa siendo la más alta de Sudamérica.
Ubicado actualmente en los $ 1.240, el salario mínimo vital y móvil representa la menor paga que puede percibir un trabajador registrado. Según la Ley de Contrato de Trabajo, debe satisfacer las necesidades de consumo de una familia tipo (dos adultos y dos menores).
Sin embargo, todas las estimaciones privadas coinciden en que el costo de la canasta básica de bienes y servicios para una familia tipo supera ampliamente el ingreso mínimo al superar actualmente los $ 1.500. Esto implica que las familias tipo que perciben solamente el salario mínimo son consideradas pobres hoy por hoy.
En términos de PPA, el piso salarial argentino tiene el mismo poder de compra que US$ 598 en Estados Unidos, esto es, un 16,4% menos que el que presentaba hace un año y un 2,1% inferior al nivel de agosto de 2007. No obstante, sigue liderando el ranking sudamericano que compara las capacidades adquisitivas de los salarios mínimos.
En segundo lugar se ubica Paraguay, donde el ingreso mínimo puede adquirir lo que US$ 592 compran en el país presidido por Barack Obama aunque, cabe aclarar, una gran parte de la población ocupada paraguaya trabaja en el sector informal y percibe una paga inferior a la mínima establecida. Completa el podio Colombia con un sueldo mínimo de US$ 452 de PPA.
En el fondo de la tabla no hubo cambios en relación con el año pasado. Bolivia, Uruguay y Brasil continúan en los tres últimos puestos: sus salarios mínimos reales son entre dos y tres veces inferiores al argentino.
En una encuesta, los usuarios vertieron su opinión acerca de si el salario mínimo debe aumentar. Sobre más de 1.100 respuestas, el 94,75 por ciento de los usuarios piensa que el piso salarial debe incrementarse ya que este hecho impulsaría la economía. En cambio, el 5,25% restante entiende que un aumento detendría la creación de empleos.
El último informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano asegura que a doce meses de haberse acordado el último incremento escalonado y a ocho de hacerse efectivo el último aumento, la capacidad adquisitiva del sueldo mínimo se contrajo un 16,4% en términos de paridad de poder adquisitivo (PPA), hasta un nivel inferior al de agosto de 2007. Pese a ello, la remuneración mínima argentina continúa siendo la más alta de Sudamérica.
Ubicado actualmente en los $ 1.240, el salario mínimo vital y móvil representa la menor paga que puede percibir un trabajador registrado. Según la Ley de Contrato de Trabajo, debe satisfacer las necesidades de consumo de una familia tipo (dos adultos y dos menores).
Sin embargo, todas las estimaciones privadas coinciden en que el costo de la canasta básica de bienes y servicios para una familia tipo supera ampliamente el ingreso mínimo al superar actualmente los $ 1.500. Esto implica que las familias tipo que perciben solamente el salario mínimo son consideradas pobres hoy por hoy.
En términos de PPA, el piso salarial argentino tiene el mismo poder de compra que US$ 598 en Estados Unidos, esto es, un 16,4% menos que el que presentaba hace un año y un 2,1% inferior al nivel de agosto de 2007. No obstante, sigue liderando el ranking sudamericano que compara las capacidades adquisitivas de los salarios mínimos.
En segundo lugar se ubica Paraguay, donde el ingreso mínimo puede adquirir lo que US$ 592 compran en el país presidido por Barack Obama aunque, cabe aclarar, una gran parte de la población ocupada paraguaya trabaja en el sector informal y percibe una paga inferior a la mínima establecida. Completa el podio Colombia con un sueldo mínimo de US$ 452 de PPA.
En el fondo de la tabla no hubo cambios en relación con el año pasado. Bolivia, Uruguay y Brasil continúan en los tres últimos puestos: sus salarios mínimos reales son entre dos y tres veces inferiores al argentino.
En una encuesta, los usuarios vertieron su opinión acerca de si el salario mínimo debe aumentar. Sobre más de 1.100 respuestas, el 94,75 por ciento de los usuarios piensa que el piso salarial debe incrementarse ya que este hecho impulsaría la economía. En cambio, el 5,25% restante entiende que un aumento detendría la creación de empleos.
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