El receso estacional y sanitario, nos brinda un marco para reflexionar sobre los resultados de las recientes elecciones mediante una lectura desapasionada de la misma.
En el orden Nacional, el escrutinio nos deja un claro mensaje de condena a la política de la intolerancia; la sociedad manifestó su deseo de un congreso más propenso al consenso que a la imposición. En ese sentido, el Gobierno Nacional se ha visto forzado a iniciar, contra su voluntad, un dialogo Institucional con las fuerzas políticas de la oposición. Hasta aquí, para la Presidenta la idea del dialogo siempre fue entendida como una claudicación y no como el sano ejercicio democrático.
En San Isidro, las urnas también se han comportado en la tendencia señalada arriba, otorgando un Concejo Deliberante plural, con la representación de fuerzas de diverso origen y representación ideológica. A su vez, podríamos decir que los Concejales electos, en su mayoría se caracterizan por ser jóvenes, miembros de una generación que creció junto a la Democracia en la Argentina.
Por otro lado, también resultaron electas figuras con reconocimiento en su labor legislativa pasada o bien destacadas por tu trayectoria en el ámbito social.
Dejando de lado los intereses partidarios y sectoriales, estamos ante una buena noticia y un campo de enormes posibilidades para mejorar las condiciones de vida de los Sanisidrenses, en definitiva los verdaderos destinatarios de la política.
El oficialismo local gobernó la última década con amplias mayorías en el Concejo Deliberante. Eso llevo en muchos casos, a hacer oídos sordos a los planteos que surgían del arco opositor o rechazar de plano la opinión que podía surgir de las organizaciones sociales. Podríamos decir, que el oficialismo local desarrollo una “cultura de ausencia de dialogo” que en las urnas ha sido sancionado.
Desde la oposición, en muchos casos fuimos un espejo de esta cultura. Se ha gestado una idea de cierta intolerancia, que llena de sospechas el diálogo con el oficialismo o bien se requiere definirse a priori en el anti, para encontrar la propia identidad política. Como si ello fuera en sí un valor.
L@s niñ@s y l@s jóvenes, las personas que viven en situación de pobreza, las personas que integran los colectivos gays o trans, los Inmigrantes, los Argentinos Indocumentados no inscriptos al nacer, los adultos mayores en soledad, las personas Discapacitadas, entre otros, nos obligan a que pensemos en acuerdos que hagan a San Isidro una ciudad inclusiva.
De la visualización de estos rostros, de comprender sus problemas, podremos garantizar una mejor calidad de vida para todas las personas que habitan San Isidro. El cómo hacerlo, sobre cuáles tener la prioridad, o bien, si ellos son la prioridad, son parte del ejercicio de la política, que sólo puede realizarse en el marco del diálogo y el reconocimiento al distinto.
Sin duda, ese es el desafío que todas las fuerzas políticas y los actores sociales de San Isidro tenemos por delante.
El 28 de Junio la sociedad nos marco un camino, ahora veremos si sabemos transitarlo.
Jorge Álvarez
Concejal electo Unión Cívica Radical
En el orden Nacional, el escrutinio nos deja un claro mensaje de condena a la política de la intolerancia; la sociedad manifestó su deseo de un congreso más propenso al consenso que a la imposición. En ese sentido, el Gobierno Nacional se ha visto forzado a iniciar, contra su voluntad, un dialogo Institucional con las fuerzas políticas de la oposición. Hasta aquí, para la Presidenta la idea del dialogo siempre fue entendida como una claudicación y no como el sano ejercicio democrático.
En San Isidro, las urnas también se han comportado en la tendencia señalada arriba, otorgando un Concejo Deliberante plural, con la representación de fuerzas de diverso origen y representación ideológica. A su vez, podríamos decir que los Concejales electos, en su mayoría se caracterizan por ser jóvenes, miembros de una generación que creció junto a la Democracia en la Argentina.
Por otro lado, también resultaron electas figuras con reconocimiento en su labor legislativa pasada o bien destacadas por tu trayectoria en el ámbito social.
Dejando de lado los intereses partidarios y sectoriales, estamos ante una buena noticia y un campo de enormes posibilidades para mejorar las condiciones de vida de los Sanisidrenses, en definitiva los verdaderos destinatarios de la política.
El oficialismo local gobernó la última década con amplias mayorías en el Concejo Deliberante. Eso llevo en muchos casos, a hacer oídos sordos a los planteos que surgían del arco opositor o rechazar de plano la opinión que podía surgir de las organizaciones sociales. Podríamos decir, que el oficialismo local desarrollo una “cultura de ausencia de dialogo” que en las urnas ha sido sancionado.
Desde la oposición, en muchos casos fuimos un espejo de esta cultura. Se ha gestado una idea de cierta intolerancia, que llena de sospechas el diálogo con el oficialismo o bien se requiere definirse a priori en el anti, para encontrar la propia identidad política. Como si ello fuera en sí un valor.
L@s niñ@s y l@s jóvenes, las personas que viven en situación de pobreza, las personas que integran los colectivos gays o trans, los Inmigrantes, los Argentinos Indocumentados no inscriptos al nacer, los adultos mayores en soledad, las personas Discapacitadas, entre otros, nos obligan a que pensemos en acuerdos que hagan a San Isidro una ciudad inclusiva.
De la visualización de estos rostros, de comprender sus problemas, podremos garantizar una mejor calidad de vida para todas las personas que habitan San Isidro. El cómo hacerlo, sobre cuáles tener la prioridad, o bien, si ellos son la prioridad, son parte del ejercicio de la política, que sólo puede realizarse en el marco del diálogo y el reconocimiento al distinto.
Sin duda, ese es el desafío que todas las fuerzas políticas y los actores sociales de San Isidro tenemos por delante.
El 28 de Junio la sociedad nos marco un camino, ahora veremos si sabemos transitarlo.
Jorge Álvarez
Concejal electo Unión Cívica Radical
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