jueves, junio 14, 2012

ALBERTO FERNáNDEZ “El Gobierno está admitiendo que hay un retroceso en la economía:

El ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, se refirió con esas palabras al plan de viviendas que presentó ayer la presidenta Cristina Fernández. Lo hizo en declaraciones a la 99.9, donde destacó que “si siguen tensando de la cuerda, es posible que la economía nos traiga muchos dolores de cabeza más”.
La situación económica que vive el país despierta análisis de distintos tipos. Pero pocos cuentan con una óptica como la del ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, que estuvo de ambos lados del mostrador y puede dar una visión distinta.
En diálogo con la 99.9 esta mañana, Fernández aseguró: "el Gobierno admitió que la economía está en un claro proceso de receso, por eso saca un ambicioso plan de viviendas donde el mismo viceministro de Economía (Axel Kicilliof) dice que están fogoneando la economía, que es ponerle leña a la máquina para que se pueda mover. El Gobierno lo dice a su modo, pero lo que está admitiendo es que hay un retroceso de la economía, y eso es peligroso", indicó.
Los anuncios sobre un eventual "Rodrigazo" en el futuro no cayeron bien en varios sectores. "No creo que estén dadas las condiciones para que haya un "Rodrigazo" ya, pero si siguen tensando la cuerda, es posible que la economía nos traiga muchos más dolores de cabeza. Hay una retracción de la inversión externa directa, hace 3 años que virtualmente no hay, somos el tercer PBI de Latinoamérica pero a la hora de recibir inversión externa directa, estamos sextos. Eso coincide con el estancamiento de la creación de empleos y del porcentaje de gente que trabaja informalmente. Son datos que no se ven cotidianamente y revelan problemas de la economía", afirmó.
Pero los movimientos que realiza el Gobierno nacional, para Fernández no son los indicados y revelan cierta improvisación. "Este Gobierno cree que el problema económico se soluciona por vía gestual o normativa. Cuando la Presidenta anuncia que va a pesificar sus ahorros, muestra un gran desprecio por el ahorro de la gente, porque los induce a perder plata. Se recurre permanentemente a soluciones que tienen que ver con lo gestual y normativo como cambiar el Código Civil", ejemplificó.
Por otro lado, desestimó que la crisis en el Viejo Continente sea causal de los problemas en Argentina, como marca Cristina Fernández. "La Presidenta anuncia que todos los problemas que tenemos los tenemos por la crisis europea, pero si bien es cierto que Europa tiene un problema enorme, a nosotros nos sacó todas las preferencias arancelarias para importar después del caso YPF. En la Argentina de los últimos cuatro años, se fueron del país más de 55.000 millones de dólares, y en ese período a Brasil le entraron más de 100.000 millones de dólares que se invirtieron en proyectos productivos. La proporción es enorme porque entró dinero en Colombia, Perú, Chile, Paraguay, Bolivia y no en Argentina. La crisis global es una oportunidad para nosotros, no un problema", afirmó.
Alejándose del tema económico, también se refirió a la Cristina Fernández que conoció de cerca hace un tiempo y a la Presidenta que hoy se evidencia distinta: "Debo confesar que conocí una Cristina mucho más reflexiva, que no se planteaba la realidad como de amigos y enemigos como si estuviéramos en medio de una guerra. Digo todo esto con la voluntad de que las cosas cambien y mejoren, pero esta Cristina del presente no quiere escucharlo, y lo que hace es injuriar". Se refirió, además, a la búsqueda de los "nuevos valores" en la política: "en el fondo ella está buscando un puente entre una generación política que se va y una que viene. Eso no está mal, pero en algún caso eligió pésimo, como con Boudou. Kicilliof es un hombre más preparado", destacó.
Por último se refirió a Guillermo Moreno, a quien plantean como un hombre honesto y destacable justamente por esa condición. Alberto Fernández dijo: "ser honesto en la función pública es imprescindible, no es un mérito. Ahora parece que como Moreno es honesto, no roba, no tiene amigos que compran imprentas para hacer billetes, ni amigos que compran casas de millones de dólares a su nombre, es mejor. Es mejor que un ladrón, pero eso no tiene que ver con la buena calidad de funcionario. La política que promueve es facilitadora de las peores corrupciones, sin ninguna duda", concluyó.

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