Los protagonistas de la aventura fueron Juan Mondini y Martina Etcheverry, una pareja de docentes de Temperley que dedicó tres años a un cumplir un sueño que ahora quieren repetir. En diálogo con Info Región destacaron la amabilidad con la que los trataron en los pueblos latinoamericanos, y aseguraron haber vuelto felices y con los objetivos cumplidos. "La sensación de libertad es impagable", aseguraron.
Luego de pasar más de tres años viajando por todo el continente americano -de Norte a Sur y de Este a Oeste- en una camioneta ambientada como vivienda y biblioteca popular, Juan Martín Mondini y Martina Etcheverry volvieron a su hogar de Banfield. Cargados de anécdotas y con el dulce sabor del sueño cumplido, pueden contar con orgullo que el objetivo se cumplió, y con creces: a bordo de su Volkswagen Combi apodada “La Clandestina”, recorrieron más de 60 mil kilómetros llevando literatura infantil y juvenil para compartir.
“Llegamos a Buenos Aires el domingo, al Obelisco, con muchas sensaciones encontradas: contentos porque teníamos ganas de ver a la familia y amigos, pero tristes porque se terminaba la travesía”, aseguraron en diálogo con Info Región.
Entre recuerdo y un poco de nostalgia, fue Martina la que se arriesgo a destacar los puntos del itinerario que más la sorprendieron: “En Costa Rica me gustó mucho un lugar muy chiquito que se llama Puerto Viejo, que es una colonia afrocaribeña. También cualquier parte del caribe mexicano porque nos gustó mucho y pudimos trabajar bien, tanto con las artesanías de macramé, vendiendo remeras y en un restaurante. Y, además, volvería a Cartagena, en Colombia, porque la gente es genial y nos trataron súper bien”, resumió.
En total, pasaron más de mil días lejos de casa. Sin embargo, aseguran que “no es la idea” establecerse “del todo en Buenos Aires” porque no quieren quedarse mucho en un solo destino, sino “estar un tiempito” para “editar un libro del viaje” y seguir. Para la obra literaria, contaron, tienen “muchos borradores”.
Entre las posibilidades que barajan a futuro estos dos docentes banfileños, se encuentra “ir a África”, aunque reconocen que todavía no saben “si va a ser con la Combi porque es muy caro hacerla cruzar el océano en barco”.
“Quizás es más sencillo comprarla directamente allá y venderla al final del viaje”, aventuraron.
Los viajeros destacan en su relato “la calidad de la gente” que fueron conociendo y la forma en que los recibieron “en todos los países”.
“Fue como si estuviéramos en casa”, destacaron.
“Cuando tuvimos que cruzar de Colombia a Panamá como vamos viajando con la biblioteca hicimos unas actividades en Santa Marta y no teníamos plata para cruzar la camioneta, pero una fundación nos pagó el flete y pudimos pasar a Panamá sin pagar nada. Nos lo regalaron como ayuda para que podamos seguir cumpliendo el sueño”, recordaron.
Además, Martina contó cómo fue viajar rodeada de libros: “La experiencia con la biblioteca fue muy linda, generalmente íbamos a escuelas rurales y comunidades indígenas, a las que estaban más alejadas. Nos recibieron súper bien, a los nenes les encantaba que llegara alguien distinto a ellos con una Combi roja llena de banderitas, hecha una casa y eso llamaba mucho la atención”, revivió.
La mujer resumió su experiencia viajera, se mostró conmovida y con miles de historias para contar, por eso recomendó, sencillamente, “animarse”.
“Esta experiencia hay que hacerla para dejar atrás las comodidades y los prejuicios. La sensación de libertad viviendo de esta manera es impagable. Nos dimos cuenta de que la libertad existe”, reflexionó.
Por último, la pareja -que visitó Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá, Uruguay y Venezuela, entre otros- contó que entre sus planes más próximos se encuentra “hacer una donación a una biblioteca popular con los libros” que retornaron a Buenos Aires. Las aventuras que fueron viviendo, las retrataron en http://amerikaenkombi.blogspot.com.ar/. (Inforegión).
Luego de pasar más de tres años viajando por todo el continente americano -de Norte a Sur y de Este a Oeste- en una camioneta ambientada como vivienda y biblioteca popular, Juan Martín Mondini y Martina Etcheverry volvieron a su hogar de Banfield. Cargados de anécdotas y con el dulce sabor del sueño cumplido, pueden contar con orgullo que el objetivo se cumplió, y con creces: a bordo de su Volkswagen Combi apodada “La Clandestina”, recorrieron más de 60 mil kilómetros llevando literatura infantil y juvenil para compartir.
“Llegamos a Buenos Aires el domingo, al Obelisco, con muchas sensaciones encontradas: contentos porque teníamos ganas de ver a la familia y amigos, pero tristes porque se terminaba la travesía”, aseguraron en diálogo con Info Región.
Entre recuerdo y un poco de nostalgia, fue Martina la que se arriesgo a destacar los puntos del itinerario que más la sorprendieron: “En Costa Rica me gustó mucho un lugar muy chiquito que se llama Puerto Viejo, que es una colonia afrocaribeña. También cualquier parte del caribe mexicano porque nos gustó mucho y pudimos trabajar bien, tanto con las artesanías de macramé, vendiendo remeras y en un restaurante. Y, además, volvería a Cartagena, en Colombia, porque la gente es genial y nos trataron súper bien”, resumió.
En total, pasaron más de mil días lejos de casa. Sin embargo, aseguran que “no es la idea” establecerse “del todo en Buenos Aires” porque no quieren quedarse mucho en un solo destino, sino “estar un tiempito” para “editar un libro del viaje” y seguir. Para la obra literaria, contaron, tienen “muchos borradores”.
Entre las posibilidades que barajan a futuro estos dos docentes banfileños, se encuentra “ir a África”, aunque reconocen que todavía no saben “si va a ser con la Combi porque es muy caro hacerla cruzar el océano en barco”.
“Quizás es más sencillo comprarla directamente allá y venderla al final del viaje”, aventuraron.
Los viajeros destacan en su relato “la calidad de la gente” que fueron conociendo y la forma en que los recibieron “en todos los países”.
“Fue como si estuviéramos en casa”, destacaron.
“Cuando tuvimos que cruzar de Colombia a Panamá como vamos viajando con la biblioteca hicimos unas actividades en Santa Marta y no teníamos plata para cruzar la camioneta, pero una fundación nos pagó el flete y pudimos pasar a Panamá sin pagar nada. Nos lo regalaron como ayuda para que podamos seguir cumpliendo el sueño”, recordaron.
Además, Martina contó cómo fue viajar rodeada de libros: “La experiencia con la biblioteca fue muy linda, generalmente íbamos a escuelas rurales y comunidades indígenas, a las que estaban más alejadas. Nos recibieron súper bien, a los nenes les encantaba que llegara alguien distinto a ellos con una Combi roja llena de banderitas, hecha una casa y eso llamaba mucho la atención”, revivió.
La mujer resumió su experiencia viajera, se mostró conmovida y con miles de historias para contar, por eso recomendó, sencillamente, “animarse”.
“Esta experiencia hay que hacerla para dejar atrás las comodidades y los prejuicios. La sensación de libertad viviendo de esta manera es impagable. Nos dimos cuenta de que la libertad existe”, reflexionó.
Por último, la pareja -que visitó Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá, Uruguay y Venezuela, entre otros- contó que entre sus planes más próximos se encuentra “hacer una donación a una biblioteca popular con los libros” que retornaron a Buenos Aires. Las aventuras que fueron viviendo, las retrataron en http://amerikaenkombi.blogspot.com.ar/. (Inforegión).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario