Los principales partidos políticos de La Plata, le solicitarán mañana al intendente Pablo Bruera una audiencia para erradicar la violencia política. Según dicen, existe en la capital provincial “un sistema violento para acallar las voces opositoras al gobierno municipal”.
La oposición en la ciudad de La Plata consiguió dejar de lado las diferencias partidarias y le pedirán al intendente Pablo Bruera una audiencia para denunciar lo que ellos consideran como “la instauración de un sistema violento para acallar las voces opositoras al gobierno municipal”.
Las agrupaciones redactaron una nota a la que anexaron el detalle de los últimos hechos de violencia que sufrieron los distintos espacios políticos por parte del oficialismo municipal. Denunciando, además, un “modus operandi que se ha extendido hacia organizaciones vecinales que expresaron sus reclamos”.
La nota fue firmada varios partidos políticos. Entre ellos el Frente para la Victoria, Coalición Cívica, GEN, PRO, Nuevo Encuentro y Proyecto Sur. También acompañaron el texto la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y ATE Provincia de Buenos Aires y una decena de sectores sociales.
Uno de los partidos que decidió no acompañar el pedido fue el radicalismo con quien Bruera tiene una estrecha alianza en la capital provincial.
La idea de la oposición es lograr un consenso que permita en forma igualitaria, la utilización del espacio público para todas las fuerzas políticas.
La campaña Ciudad Limpia
En La Plata existe una ordenanza que prohíbe todo tipo propaganda política en la vía pública. La normativa fue aprobada durante el último año de gestión de Julio Alak -hoy al frente del ministerio de Justicia de la Nación- en el marco de un programa llamado Ciudad Limpia.
La propuesta de Alak generó fuerte rechazo de la oposición, incluso de los concejales brueristas. Sin embargo, cuando en diciembre de 2007 Bruera asumió como intendente decidió no modificar esa reglamentación. Pero lo cierto es que la propaganda política existe en los paredones de La Plata.
La actual oposición se cansó de pedir informes por la violación de la ordenanza por parte de concejales y punteros del oficialismo.
El presidente del Concejo Deliberante, Javier Pacharotti, calma su sed de administrar la ciudad a partir del graffiti “Hay Equipo”. Varios concejales oficialistas también hicieron sus intentos. Más tarde abandonaron o entendieron que sus chances son ínfimas siquiera para pintar paredes.
Otra que intentó remontar fue la funcionaria de Control Urbano, Malvina Nuñez. Con el slogan “Malvina 2011” empapeló la ciudad durante los primeros meses de 2010. Su sueño se acabó cuando una cámara oculta de América TV registró la venta de permisos de conducir por $500.
Por estos días, quien persiste en este camino es el Jefe de Gabinete, Santiago Martorelli. “Es Santiago” se llama la campaña con la que el disidente del Movimiento Evita busca ser el candidato a senador provincial por el Frente Renovador Peronista.
Casos de violencia política
El último caso fue denunciado por el senador Guido Carlotto, cuando horas antes a su lanzamiento como candidato a intendente, un grupo de militantes salieron a pegar afiches pero fueron interceptados por las patrullas de Control Urbano quienes secuestraron dos camionetas.
Esa misma noche, vehículos de la municipalidad se toparon con los militantes en 44 y 171. Hubo empujones y amenazas.
También en diciembre, desde el Movimiento de Unidad Popular (MUP) denunciaron que la Comuna impidió por la fuerza una pegantita de afiches kirchneristas.
Los inspectores municipales no tuvieron problemas en destrozar las láminas, que contenían imágenes del matrimonio Kirchner, y labraron infracciones contra los militantes que estaban colocándolas por los paredones de la capital bonaerense.
En octubre, el director del Instituto Nacional de Capacitación Política (Incap), Guillermo Justo Cháves, radicó una denuncia penal por los destrozos en la vía pública que sufrieron varios de sus carteles.
La denuncia quedó radicada en la Unidad Funcional de Instrucción N° 4 de esta ciudad y la investiga el fiscal Fernando Cartasegna, del Juzgado de Garantías cuyo titular es el juez Néstor de Aspro. (La Política OnLine).
La oposición en la ciudad de La Plata consiguió dejar de lado las diferencias partidarias y le pedirán al intendente Pablo Bruera una audiencia para denunciar lo que ellos consideran como “la instauración de un sistema violento para acallar las voces opositoras al gobierno municipal”.
Las agrupaciones redactaron una nota a la que anexaron el detalle de los últimos hechos de violencia que sufrieron los distintos espacios políticos por parte del oficialismo municipal. Denunciando, además, un “modus operandi que se ha extendido hacia organizaciones vecinales que expresaron sus reclamos”.
La nota fue firmada varios partidos políticos. Entre ellos el Frente para la Victoria, Coalición Cívica, GEN, PRO, Nuevo Encuentro y Proyecto Sur. También acompañaron el texto la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y ATE Provincia de Buenos Aires y una decena de sectores sociales.
Uno de los partidos que decidió no acompañar el pedido fue el radicalismo con quien Bruera tiene una estrecha alianza en la capital provincial.
La idea de la oposición es lograr un consenso que permita en forma igualitaria, la utilización del espacio público para todas las fuerzas políticas.
La campaña Ciudad Limpia
En La Plata existe una ordenanza que prohíbe todo tipo propaganda política en la vía pública. La normativa fue aprobada durante el último año de gestión de Julio Alak -hoy al frente del ministerio de Justicia de la Nación- en el marco de un programa llamado Ciudad Limpia.
La propuesta de Alak generó fuerte rechazo de la oposición, incluso de los concejales brueristas. Sin embargo, cuando en diciembre de 2007 Bruera asumió como intendente decidió no modificar esa reglamentación. Pero lo cierto es que la propaganda política existe en los paredones de La Plata.
La actual oposición se cansó de pedir informes por la violación de la ordenanza por parte de concejales y punteros del oficialismo.
El presidente del Concejo Deliberante, Javier Pacharotti, calma su sed de administrar la ciudad a partir del graffiti “Hay Equipo”. Varios concejales oficialistas también hicieron sus intentos. Más tarde abandonaron o entendieron que sus chances son ínfimas siquiera para pintar paredes.
Otra que intentó remontar fue la funcionaria de Control Urbano, Malvina Nuñez. Con el slogan “Malvina 2011” empapeló la ciudad durante los primeros meses de 2010. Su sueño se acabó cuando una cámara oculta de América TV registró la venta de permisos de conducir por $500.
Por estos días, quien persiste en este camino es el Jefe de Gabinete, Santiago Martorelli. “Es Santiago” se llama la campaña con la que el disidente del Movimiento Evita busca ser el candidato a senador provincial por el Frente Renovador Peronista.
Casos de violencia política
El último caso fue denunciado por el senador Guido Carlotto, cuando horas antes a su lanzamiento como candidato a intendente, un grupo de militantes salieron a pegar afiches pero fueron interceptados por las patrullas de Control Urbano quienes secuestraron dos camionetas.
Esa misma noche, vehículos de la municipalidad se toparon con los militantes en 44 y 171. Hubo empujones y amenazas.
También en diciembre, desde el Movimiento de Unidad Popular (MUP) denunciaron que la Comuna impidió por la fuerza una pegantita de afiches kirchneristas.
Los inspectores municipales no tuvieron problemas en destrozar las láminas, que contenían imágenes del matrimonio Kirchner, y labraron infracciones contra los militantes que estaban colocándolas por los paredones de la capital bonaerense.
En octubre, el director del Instituto Nacional de Capacitación Política (Incap), Guillermo Justo Cháves, radicó una denuncia penal por los destrozos en la vía pública que sufrieron varios de sus carteles.
La denuncia quedó radicada en la Unidad Funcional de Instrucción N° 4 de esta ciudad y la investiga el fiscal Fernando Cartasegna, del Juzgado de Garantías cuyo titular es el juez Néstor de Aspro. (La Política OnLine).
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