Luego de que sobre el cierre del 2010 la Justicia frenara la construcción de 15 túneles de baja altura, desde la Procuración le confiaron a LPO que “la semana que viene” habrá novedades. “Es un tema urgente”, indicaron. De todos modos, las quejas de los vecinos por el cambio de la fisonomía de varios barrios y el pedido de grandes viaductos siguen en pie.
El fin de año cerró con una carga de profundidad para uno de los ejes centrales del Gobierno porteño, en su plan para agilizar el tránsito de la Ciudad. El 29 de diciembre el juez en lo Contencioso Administrativo Vicente Cataldo frenó a través de una medida cautelar la construcción de 15 túneles bajo las vías de las líneas de ferrocarril Mitre, San Martín y Urquiza luego de la presentación de un grupo de vecinos.
La medida puso una nueva piedra en el megaplan de Mauricio Macri para mejorar la conectividad porteña: se sumó la medida a los dispuesto también en diciembre por la jueza Elena Liberatori, que frenó la realización de otros dos corredores.
Se trata de los denominados "sapitos", esto es pasos a nivel en calles secundarias, que el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, diseño para aliviar el tránsito, antes de emprender las grandes obras en los pasos a nivel de las avenidas. Como era previsible, los vecinos de las calles en donde se construirán los sapitos, resisten las obras que afearán su entorno urbano.
Sin embargo, desde la Procuración porteña le confiaron a LPO que “en el comienzo de la semana que viene” habrá novedades y que estiman que “pronto” las obras podrán retomar su anterior ritmo.
“El miércoles pasado se pidió la habilitación de la feria (el juez de feria es Osvaldo Otheguy) y el tema tiene que ser tratado por la Cámara. Esto es importante y urgente, por eso creemos que habrá una pronta resolución”, confiaron desde el organismo.
Mientras que desde el ministerio de Desarrollo Urbano, también esperan que la Justicia habilite el proceso de obra porque “es fundamental para mejorar la conectividad, proteger la vida y mejorar el ambiente”.
La oposición de los vecinos
Basado en el Plan Urbano Ambiental, el Gobierno porteño prevé este año el inicio de obra en 20 sapitos, en los barrios de Agronomía, Núñez, Saavedra, Villa Devoto, Villa del Parque, Villa Urquiza y Villa Pueyrredón.
Son túneles de baja altura, restringidos para el paso de vehículos de gran porte y en los que sólo podrán circular autos o ambulancias. Cada túnel costará entre 18 y 20 millones de pesos y serán construidos a través de AUSA, que a su vez, concesiona las obras. Los pasos a nivel de grandes dimensiones sobre las avenidas principales como Álvarez Thomas, Constituyentes, San Martín o Triunvirato se harán una vez que estén terminados los “sapitos”.
La iniciativa levantó las quejas de varias agrupaciones de vecinos. Entre los principales reclamos, señalan que los túneles perjudicarán su “entorno residencial”, aumentarán el caudal de tránsito y bajarán la cotización de sus propiedades. Piden, por el contrario, que las obras se centren en las grandes avenidas y que el Gobierno porteño no convierta a los barrios en “otro infierno de tránsito”.
Sin embargo, desde Desarrollo Urbano defienden el proyecto a rajatabla. Voceros del ministerio indicaron que “se hicieron las 18 audiencias públicas” y aseguraron que “todo se hace con estudios de impacto ambiental”.
“Los vecinos dicen que les cambia el barrio. Es cierto pero no van a tener un tránsito mayor. Los sapitos se hacen muy rapito y son viaductos que no son para camiones ni colectivos. Además, debería prevaler el bien común”, se quejaron desde la cartera que conduce Daniel Chain.
En tanto, acerca del pedido de construcción de grandes túneles, el Ministerio dice que “es imposible sin antes mejorar la conectividad”.
“En la avenida San Martín haremos sapitos en dos calles paralelas, Cuenca y Lavallol. Si hacemos primero el túnel grande, San Martín se cierra por un año y la Ciudad queda dividida en dos. Para cruzar habría que dar una vuelta de diez o doce cuadras, hay una lógica en la decisión”, insistieron.
Pese a las explicaciones del Gobierno porteño, los vecinos, apoyados por algunos legisladores de la oposición como Sergio Abrevaya, recurrieron a la Justicia y así Cataldo ordenó el freno de la construcción de los viaductos en las calles Deheza, Arias, Besares, Iberá, Quesada, Pacheco, Altolaguirre, Ceretti, Zamudio (FFCC Mitre); Empedrado, Marcos Sastre, Varela, Navarro (FFCC San Martín) y Cuenca y Lavallol (FFCC Urquiza). Diez días antes, Liberatori había ordenado la suspensión de la licitación este último túnel.
De todos modos, según admitieron desde Desarrollo Urbano, la decisión de Cataldo golpeó más a las obras que estaban avanzadas. Los túneles de Arias y Ceretti -Fontana Nicastro es la constructora- y las Iberá y Besares -construidas por una UTE conformada por Construere y SES- por ahora deben esperar el visto bueno de la Justicia, que en el gobierno porteño estiman que está por llegar. (La Política OnLine).
El fin de año cerró con una carga de profundidad para uno de los ejes centrales del Gobierno porteño, en su plan para agilizar el tránsito de la Ciudad. El 29 de diciembre el juez en lo Contencioso Administrativo Vicente Cataldo frenó a través de una medida cautelar la construcción de 15 túneles bajo las vías de las líneas de ferrocarril Mitre, San Martín y Urquiza luego de la presentación de un grupo de vecinos.
La medida puso una nueva piedra en el megaplan de Mauricio Macri para mejorar la conectividad porteña: se sumó la medida a los dispuesto también en diciembre por la jueza Elena Liberatori, que frenó la realización de otros dos corredores.
Se trata de los denominados "sapitos", esto es pasos a nivel en calles secundarias, que el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, diseño para aliviar el tránsito, antes de emprender las grandes obras en los pasos a nivel de las avenidas. Como era previsible, los vecinos de las calles en donde se construirán los sapitos, resisten las obras que afearán su entorno urbano.
Sin embargo, desde la Procuración porteña le confiaron a LPO que “en el comienzo de la semana que viene” habrá novedades y que estiman que “pronto” las obras podrán retomar su anterior ritmo.
“El miércoles pasado se pidió la habilitación de la feria (el juez de feria es Osvaldo Otheguy) y el tema tiene que ser tratado por la Cámara. Esto es importante y urgente, por eso creemos que habrá una pronta resolución”, confiaron desde el organismo.
Mientras que desde el ministerio de Desarrollo Urbano, también esperan que la Justicia habilite el proceso de obra porque “es fundamental para mejorar la conectividad, proteger la vida y mejorar el ambiente”.
La oposición de los vecinos
Basado en el Plan Urbano Ambiental, el Gobierno porteño prevé este año el inicio de obra en 20 sapitos, en los barrios de Agronomía, Núñez, Saavedra, Villa Devoto, Villa del Parque, Villa Urquiza y Villa Pueyrredón.
Son túneles de baja altura, restringidos para el paso de vehículos de gran porte y en los que sólo podrán circular autos o ambulancias. Cada túnel costará entre 18 y 20 millones de pesos y serán construidos a través de AUSA, que a su vez, concesiona las obras. Los pasos a nivel de grandes dimensiones sobre las avenidas principales como Álvarez Thomas, Constituyentes, San Martín o Triunvirato se harán una vez que estén terminados los “sapitos”.
La iniciativa levantó las quejas de varias agrupaciones de vecinos. Entre los principales reclamos, señalan que los túneles perjudicarán su “entorno residencial”, aumentarán el caudal de tránsito y bajarán la cotización de sus propiedades. Piden, por el contrario, que las obras se centren en las grandes avenidas y que el Gobierno porteño no convierta a los barrios en “otro infierno de tránsito”.
Sin embargo, desde Desarrollo Urbano defienden el proyecto a rajatabla. Voceros del ministerio indicaron que “se hicieron las 18 audiencias públicas” y aseguraron que “todo se hace con estudios de impacto ambiental”.
“Los vecinos dicen que les cambia el barrio. Es cierto pero no van a tener un tránsito mayor. Los sapitos se hacen muy rapito y son viaductos que no son para camiones ni colectivos. Además, debería prevaler el bien común”, se quejaron desde la cartera que conduce Daniel Chain.
En tanto, acerca del pedido de construcción de grandes túneles, el Ministerio dice que “es imposible sin antes mejorar la conectividad”.
“En la avenida San Martín haremos sapitos en dos calles paralelas, Cuenca y Lavallol. Si hacemos primero el túnel grande, San Martín se cierra por un año y la Ciudad queda dividida en dos. Para cruzar habría que dar una vuelta de diez o doce cuadras, hay una lógica en la decisión”, insistieron.
Pese a las explicaciones del Gobierno porteño, los vecinos, apoyados por algunos legisladores de la oposición como Sergio Abrevaya, recurrieron a la Justicia y así Cataldo ordenó el freno de la construcción de los viaductos en las calles Deheza, Arias, Besares, Iberá, Quesada, Pacheco, Altolaguirre, Ceretti, Zamudio (FFCC Mitre); Empedrado, Marcos Sastre, Varela, Navarro (FFCC San Martín) y Cuenca y Lavallol (FFCC Urquiza). Diez días antes, Liberatori había ordenado la suspensión de la licitación este último túnel.
De todos modos, según admitieron desde Desarrollo Urbano, la decisión de Cataldo golpeó más a las obras que estaban avanzadas. Los túneles de Arias y Ceretti -Fontana Nicastro es la constructora- y las Iberá y Besares -construidas por una UTE conformada por Construere y SES- por ahora deben esperar el visto bueno de la Justicia, que en el gobierno porteño estiman que está por llegar. (La Política OnLine).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario