Después de la escandalosa renuncia de Hugo Cesa, el HCD convocó al ex director de Apremios para que amplíe su denuncia. De todos modos, el abogado no asistió porque según dicen sus allegados fue amenazado. Mientras, en el oficialismo piensan en exonerarlo y lo vinculan con el duhaldista Antonio Arcuri.
Luego del escándalo desatado por la renuncia del ex director de Apremios Hugo Cesa, que dejó su cargo acusando al intendente, Daniel Di Sabatino, de “encubrir actos de corrupción” y de “perseguir a militantes”, el Concejo Deliberante citó para hoy a las 16 al ex funcionario para que amplíe su denuncia.
Sin embargo, el abogado no asistió a la reunión porque tiene miedo de las “agresiones físicas” por parte de los seguidores de Di Sabatino, según dijeron sus allegados a LPO. “Lo llamaron y le dijeron que si aparecía por el Concejo, corría riesgo su integridad”, dijo una fuente cercana al ex director. Este medio intentó contactarse con Cesa pero su teléfono celular nunca fue atendido.
De todos modos, hubo cierta desprolijidad por parte del HCD. Cesa fue notificado de la reunión telefónicamente pero nunca le llegó una citación formal, simplemente porque en las últimas horas nadie lo pudo ver. “Desapareció, no tenemos dónde dejarle la carta porque en su casa no está”, contó un concejal de la oposición, sector más que interesado en la declaración de Cesa. Según se supo, el abogado buscará reunirse con la oposición en algún domicilio particular pero los concejales no accederán al pedido.
Lo cierto es que la idea de convocar a una comisión investigadora prendió en la oposición. “Vamos a ver, tenemos que ser cuidadosos con este tipo de temas”, le dijo a LPO el titular del HCD, Rodolfo Canos. Además, los opositores piensan en recurrir a la Justicia para que actué, sobre todo, porque en la carta de renuncia, Cesa dice que Di Sabatino “se guardó” cerca de 900 mil pesos para arreglar plazas en el distrito.
Además, los ediles opositores buscarán cambiar la carátula de la causa que se tramita en los tribunales de La Plata contra Di Sabatino por los incidentes en el Concejo durante el tratamiento del Presupuesto de este año, en diciembre del año pasado. Sucede que la causa está caratulada como “Amenazas” pero con los dichos de Cesa –que aseguró que el Intendente mandó a “apretar” a los ediles- la oposición quiere que se rebautice como “Coacción Agravada”.
Con todo, en el oficialismo le bajan el tono a los hechos. El silencio del intendente para “no darle trascendencia a alguien que no la tiene” y el ninguneo de jugada de la oposición, que no cuenta con los dos tercios de los votos para destituir a Di Sabatino, forman parte de la estrategia oficial.
“Cesa no era parte del Gabinete, era un simple director que nunca tuvo participación en las decisiones. Lo que pasa es que alguien lo habrá encandilado con alguna moneda y se prendió”, indicaron fuentes municipales, en alusión a la intención de Cesa de disputarle la interna justicialista al jefe comunal.
Y ese “alguien” apuntado no es otro que Antonio Arcuri. En el oficialismo creen que Cesa está jugando con Alejandro Valle, otro kirchnerista que quiere una colectora para octubre, y que ambos reciben órdenes o, al menos, el visto bueno de Arcuri. Es más, ponen el ojo en el concejal Diego López, un ex arcurista que ahora milita con Valle.
“Si López fuera un concejal independiente, te lo creo. Pero no, es uno más y fue lo que reciben a cambio Valle y Cesa para dividir al kirchnerismo y así Arcuri poder tener alguna chance”, indicó un edil oficialista.
Sobre el accionar de Cesa, el planteo oficial será el siguiente: en principio, Di Sabatino no le aceptará la renuncia, con lo cual el funcionario deberá explicar laboralmente por qué declaró lo que declaró. Además, se la abrirá un sumario y desde el Ejecutivo hasta evalúan exonerarlo. “Gratis no se la va a llevar, lo vamos a denunciar por calumnias e injurias”, agregó una fuente kirchnerista. (La Política OnLine).
Luego del escándalo desatado por la renuncia del ex director de Apremios Hugo Cesa, que dejó su cargo acusando al intendente, Daniel Di Sabatino, de “encubrir actos de corrupción” y de “perseguir a militantes”, el Concejo Deliberante citó para hoy a las 16 al ex funcionario para que amplíe su denuncia.
Sin embargo, el abogado no asistió a la reunión porque tiene miedo de las “agresiones físicas” por parte de los seguidores de Di Sabatino, según dijeron sus allegados a LPO. “Lo llamaron y le dijeron que si aparecía por el Concejo, corría riesgo su integridad”, dijo una fuente cercana al ex director. Este medio intentó contactarse con Cesa pero su teléfono celular nunca fue atendido.
De todos modos, hubo cierta desprolijidad por parte del HCD. Cesa fue notificado de la reunión telefónicamente pero nunca le llegó una citación formal, simplemente porque en las últimas horas nadie lo pudo ver. “Desapareció, no tenemos dónde dejarle la carta porque en su casa no está”, contó un concejal de la oposición, sector más que interesado en la declaración de Cesa. Según se supo, el abogado buscará reunirse con la oposición en algún domicilio particular pero los concejales no accederán al pedido.
Lo cierto es que la idea de convocar a una comisión investigadora prendió en la oposición. “Vamos a ver, tenemos que ser cuidadosos con este tipo de temas”, le dijo a LPO el titular del HCD, Rodolfo Canos. Además, los opositores piensan en recurrir a la Justicia para que actué, sobre todo, porque en la carta de renuncia, Cesa dice que Di Sabatino “se guardó” cerca de 900 mil pesos para arreglar plazas en el distrito.
Además, los ediles opositores buscarán cambiar la carátula de la causa que se tramita en los tribunales de La Plata contra Di Sabatino por los incidentes en el Concejo durante el tratamiento del Presupuesto de este año, en diciembre del año pasado. Sucede que la causa está caratulada como “Amenazas” pero con los dichos de Cesa –que aseguró que el Intendente mandó a “apretar” a los ediles- la oposición quiere que se rebautice como “Coacción Agravada”.
Con todo, en el oficialismo le bajan el tono a los hechos. El silencio del intendente para “no darle trascendencia a alguien que no la tiene” y el ninguneo de jugada de la oposición, que no cuenta con los dos tercios de los votos para destituir a Di Sabatino, forman parte de la estrategia oficial.
“Cesa no era parte del Gabinete, era un simple director que nunca tuvo participación en las decisiones. Lo que pasa es que alguien lo habrá encandilado con alguna moneda y se prendió”, indicaron fuentes municipales, en alusión a la intención de Cesa de disputarle la interna justicialista al jefe comunal.
Y ese “alguien” apuntado no es otro que Antonio Arcuri. En el oficialismo creen que Cesa está jugando con Alejandro Valle, otro kirchnerista que quiere una colectora para octubre, y que ambos reciben órdenes o, al menos, el visto bueno de Arcuri. Es más, ponen el ojo en el concejal Diego López, un ex arcurista que ahora milita con Valle.
“Si López fuera un concejal independiente, te lo creo. Pero no, es uno más y fue lo que reciben a cambio Valle y Cesa para dividir al kirchnerismo y así Arcuri poder tener alguna chance”, indicó un edil oficialista.
Sobre el accionar de Cesa, el planteo oficial será el siguiente: en principio, Di Sabatino no le aceptará la renuncia, con lo cual el funcionario deberá explicar laboralmente por qué declaró lo que declaró. Además, se la abrirá un sumario y desde el Ejecutivo hasta evalúan exonerarlo. “Gratis no se la va a llevar, lo vamos a denunciar por calumnias e injurias”, agregó una fuente kirchnerista. (La Política OnLine).
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