lunes, febrero 21, 2011

Zarate. Ex obispo zonal admitió que hubo amistad entre la Iglesia y el Ejército.

El ex obispo emérito de la Diócesis de Zárate-Campana, Monseñor Rafael Rey, reconoció la cercanía de miembros de la Iglesia con los militares durante la última dictadura. Además lamentó que la Iglesia no hubiera tenido una postura más dura frente a lo que estaba ocurriendo. También dijo no recordar los nombres de sus jefes militares.

Polémicas declaraciones del ex-obispo emérito de Zárate-Campana.
Días pasados, el ex obispo emérito de la Diócesis de Zárate-Campana Monseñor Rey, de 78 años, quien fue capellán auxiliar de la unidad de Ejército Compañía de Comunicaciones de Mendoza durante la dictadura militar, reconoció que ante las desapariciones de personas, la Iglesia no tuvo la dureza para enfrentar lo que estaba ocurriendo frente a los militares. En su extensa exposición y luego interrogado por los querellantes y miembros del Tribunal, recalcó en todo momento que no recordaba nombres; tampoco dio detalles sobre conocimiento de castigos o personas torturadas de acuerdo a los reclamos de familiares que él mismo recibía. Ratificó que su función como capellán auxiliar en la Compañía de Comunicaciones de esta ciudad sólo era de hablar, dar catequesis y confesiones, tanto a miembros del Ejército como víctimas detenidas. Desde el inicio del juicio oral el 17 de noviembre de 2010, el Tribunal escuchó diversos testimonios de víctimas que dieron detalles sobre las torturas y golpes recibidos cuando estaban detenidos en la Compañía de Comunicaciones. Los otros centros de torturas funcionaban en el D2 de la Policía mendocina, y la Comisaría 27 de Godoy Cruz.

Testimonio
El representante de la Iglesia, obispo emérito de la Diócesis de Zárate-Campana, provincia de Buenos Aires, expuso como testigo en una nueva jornada del juicio oral días pasados, por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar en el que son juzgados ocho imputados en 19 causas. Pablo Salinas, uno de los querellantes y miembro del Movimiento Ecuménico de los Derechos Humanos, al evaluar los testimonios de Monseñor Rey, resaltó que el prelado reafirmó lo que ya decían los distintos testigos que han pasado por el alto Tribunal, en el sentido que no tuvieron ninguna respuesta de la Iglesia mendocina cuando hacían llegar sus pedidos de ayuda ante esta Diócesis por desapariciones de personas. Recordó Salinas la participación de Monseñor Rey al nombrar capellán para la Policía mendocina el ex sacerdote Oscar Moreno, cuya repartición tenía a su cargo el Departamento D2 uno de los má-ximos centros de torturas, del que no podría desconocer (Rafael Rey) lo que allí sucedía, reflexionó el querellante mendocino. Monseñor Rey estuvo en el Arzobispado de Mendoza 26 años (1967-1992), comenzó siendo secretario canciller, después vicario general y por último obispo auxi-liar, además de capellán auxiliar del Ejército (1975-1983), y por último obispo emérito de la Diócesis de Zárate en Buenos Aires, y titular de Cáritas.

Exposición
En la apertura de sus testimonios, el representante de la Iglesia mendocina manifestó que desde que comenzó el período de la dictadura militar, en la Arquidiócesis local, a cargo de Monseñor Olimpo Santiago Marisma (fallecido) se empezó a atender en el arzobispado a familiares de desaparecidos. El Monseñor dijo creer que la Iglesia ignoraba todo lo que pasaba en ese momento, curiosamente en su caso, él se encargó de confeccionar una lista con más de 100 desaparecidos mendocinos que fue acercada al entonces ministro del Interior Albano Harguindeguy y al nuncio Pío Laghi, ambas veces con resultado negativo. “No niego la cercanía de algunos miembros de la Iglesia con los militares, tal vez esa gente sabía algo”, aclaró Rey, y agregó que eso “sería lamentable”. (El Debate).

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