BRAGADO, Diciembre 20, (PUNTO CERO-Comunas) El electo intendente de Bragado (FPV) Aldo San Pedro dialogó con Comunas sobre el final de su etapa legislativa y la iniciación de su nuevo cargo. Asegura que durante la campaña la mayoría lo trataban de loco porque no había ninguna encuesta que lo favoreciera, la cuál logró remontar cómodamente. San Pedro, hombre de significativa trayectoria política, dice sentir una gran satisfacción de volver a su pueblo, sobre todo, de haber recuperado el municipio luego de permanecer durante años en manos radicales.
¿Qué simbolizó para usted la etapa legislativa que acaba de concluir?
Fue una etapa más. Recordarán que fui Presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires en el 2001, la época más crucial del país, así que esa experiencia, sin lugar a dudas, ha superado todo tipo de expectativa. En ese momento pensé que había cerrado un ciclo legislativo con aquella Presidencia y las circunstancias políticas me trajeron otra vez a la legislatura, en este caso, en el Senado. Obviamente la expectativa para alguien que ya tuvo algún manejo importante evidentemente no deja de ser otra experiencia que lo inserta a uno mucho más en la gestión porque te acerca más a los intendentes y nos permite ver la realidad desde otro lado. Así que no deja de ser importante.
Cuenta con una gran trayectoria a nivel legislativo...
Yo soy siempre un agradecido. Simplemente era un humilde trabajador metalúrgico.
Luego en el ’85 tuvo la posibilidad de ser elegido Concejal en Bragado...
Sí y después en el ’88 el pueblo estuvo muy movilizado porque declaramos a Von Wernich persona no grata y repudiada del Partido. Ahí hay toda una historia porque hicimos la primera movilización del silencio que tuvo este país. Después llegué a ser Presidente del Concejo Deliberante justamente porque se prohibió a sus integrantes participar de los actos oficiales donde estuviera el cura Von Wernich y ahí sustituí al Presidente del HCD hasta el ’89. Luego de allí ocupé el cargo de legislador hasta presidir la Cámara y en aquel entonces fui uno de los primeros que en la provincia de Buenos Aires apostó al Presidente de la República que se fue hace unos pocos días. Yo no me puedo quejar.
¿Le quedó algún tema por discutir en el Senado?
Primero el tema puntualmente de una nueva refinanciación de la Provincia de Buenos Aires que tenga que ver con lo socio-productivo porque soy de los que cree que hay que crear una gran región que tiene que ser la metropolitana. La provincia debe jugar ese papel para recuperar recursos coparticipables. Hay que tener una discusión más acotada de dónde hay que invertir y qué inversión hacer. Esta es una discusión muy importante que no se pudo hacer junto a otra reforma de la política como es el tema de los mandatos. Si bien la democracia a uno le permite, mientras tenga el apoyo del pueblo, presentarse y ser elegido las veces que uno quiera, creo que es necesario poner un límite para todos. Como lo tiene el Gobernador también lo deberían tener los intendentes. Se puede discutir que la experiencia vale, pero en realidad lo que uno tiene que hacer no es personalizar las cosas. Uno debe tener la capacidad de generar sustitutos que defiendan el mismo proyecto que uno lleva adelante. También habrá que discutir las autonomías municipales, que debería ser previo a la discusión de las reelecciones indefinidas. Esas son las cosas que para mí quedaron en el tintero.
Luego de ser Concejal, Presidente tanto del Concejo Deliberante como de la Cámara Baja, después ocupando un gran cargo en Senador y ahora intendente, ¿se podría decir que es un hombre exitoso de la política?
He tenido suerte y me sentí muy acompañado por mis compañeros en todo momento.
¿Cómo vivó las elecciones en su pueblo?
Y tensas porque fue la primera vez que me presentaba para ser intendente de Bragado. Encima frente a un hombre muy fuerte del radicalismo, tal vez una figura del recambio de ese Partido en la provincia de Buenos Aires y fue muy apoyado por todos los sectores a pesar de que este hombre fue en la lista número tres con Lavagna. Y tanto él como Margarita y Carrió apoyaron personalmente a ese intendente. Tuvo hasta el propio Alfonsín y a López Murphy haciendo campaña para él. Frente a todo esto, el dos de agosto cuando largué mi campaña dije ante el grupo de nuestros compañeros que aceptaba ser el candidato y las encuestas que tenía en la mano era de entre 23 y 25 puntos abajo.
Pero finalmente remontó las encuestas...
Ganamos la elección por más de 6 puntos en una campaña difícil dónde la mayoría me decía que estaba loco porque no había encuesta favorable. Así que sí, por suerte se revirtió porque nosotros teníamos la sensación de que se podía hacer, por lo tanto estoy con una gran satisfacción de volver a mi pueblo, sobre todo haber recuperado el municipio después de tantos años en manos del radicalismo.
¿De qué manera le conformaría que gestionen los Senadores que ingresaron en este nuevo período legislativo?
¿Qué simbolizó para usted la etapa legislativa que acaba de concluir?
Fue una etapa más. Recordarán que fui Presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires en el 2001, la época más crucial del país, así que esa experiencia, sin lugar a dudas, ha superado todo tipo de expectativa. En ese momento pensé que había cerrado un ciclo legislativo con aquella Presidencia y las circunstancias políticas me trajeron otra vez a la legislatura, en este caso, en el Senado. Obviamente la expectativa para alguien que ya tuvo algún manejo importante evidentemente no deja de ser otra experiencia que lo inserta a uno mucho más en la gestión porque te acerca más a los intendentes y nos permite ver la realidad desde otro lado. Así que no deja de ser importante.
Cuenta con una gran trayectoria a nivel legislativo...
Yo soy siempre un agradecido. Simplemente era un humilde trabajador metalúrgico.
Luego en el ’85 tuvo la posibilidad de ser elegido Concejal en Bragado...
Sí y después en el ’88 el pueblo estuvo muy movilizado porque declaramos a Von Wernich persona no grata y repudiada del Partido. Ahí hay toda una historia porque hicimos la primera movilización del silencio que tuvo este país. Después llegué a ser Presidente del Concejo Deliberante justamente porque se prohibió a sus integrantes participar de los actos oficiales donde estuviera el cura Von Wernich y ahí sustituí al Presidente del HCD hasta el ’89. Luego de allí ocupé el cargo de legislador hasta presidir la Cámara y en aquel entonces fui uno de los primeros que en la provincia de Buenos Aires apostó al Presidente de la República que se fue hace unos pocos días. Yo no me puedo quejar.
¿Le quedó algún tema por discutir en el Senado?
Primero el tema puntualmente de una nueva refinanciación de la Provincia de Buenos Aires que tenga que ver con lo socio-productivo porque soy de los que cree que hay que crear una gran región que tiene que ser la metropolitana. La provincia debe jugar ese papel para recuperar recursos coparticipables. Hay que tener una discusión más acotada de dónde hay que invertir y qué inversión hacer. Esta es una discusión muy importante que no se pudo hacer junto a otra reforma de la política como es el tema de los mandatos. Si bien la democracia a uno le permite, mientras tenga el apoyo del pueblo, presentarse y ser elegido las veces que uno quiera, creo que es necesario poner un límite para todos. Como lo tiene el Gobernador también lo deberían tener los intendentes. Se puede discutir que la experiencia vale, pero en realidad lo que uno tiene que hacer no es personalizar las cosas. Uno debe tener la capacidad de generar sustitutos que defiendan el mismo proyecto que uno lleva adelante. También habrá que discutir las autonomías municipales, que debería ser previo a la discusión de las reelecciones indefinidas. Esas son las cosas que para mí quedaron en el tintero.
Luego de ser Concejal, Presidente tanto del Concejo Deliberante como de la Cámara Baja, después ocupando un gran cargo en Senador y ahora intendente, ¿se podría decir que es un hombre exitoso de la política?
He tenido suerte y me sentí muy acompañado por mis compañeros en todo momento.
¿Cómo vivó las elecciones en su pueblo?
Y tensas porque fue la primera vez que me presentaba para ser intendente de Bragado. Encima frente a un hombre muy fuerte del radicalismo, tal vez una figura del recambio de ese Partido en la provincia de Buenos Aires y fue muy apoyado por todos los sectores a pesar de que este hombre fue en la lista número tres con Lavagna. Y tanto él como Margarita y Carrió apoyaron personalmente a ese intendente. Tuvo hasta el propio Alfonsín y a López Murphy haciendo campaña para él. Frente a todo esto, el dos de agosto cuando largué mi campaña dije ante el grupo de nuestros compañeros que aceptaba ser el candidato y las encuestas que tenía en la mano era de entre 23 y 25 puntos abajo.
Pero finalmente remontó las encuestas...
Ganamos la elección por más de 6 puntos en una campaña difícil dónde la mayoría me decía que estaba loco porque no había encuesta favorable. Así que sí, por suerte se revirtió porque nosotros teníamos la sensación de que se podía hacer, por lo tanto estoy con una gran satisfacción de volver a mi pueblo, sobre todo haber recuperado el municipio después de tantos años en manos del radicalismo.
¿De qué manera le conformaría que gestionen los Senadores que ingresaron en este nuevo período legislativo?
Que esta es una Cámara importante desde el punto de vista de cómo están hechos los planteos. Ser Senador de la Provincia, como también Diputado, es un privilegio que nos ha dado la ciudadanía, por lo tanto hay que usarlo bien. Tengo la sensación que se vienen otros buenos cuatro años y la provincia de Buenos Aires los tiene que aprovechar. Hay que estar atentos porque es un buen lugar para discutir cuestiones porque ha llegado el momento de discutir los grandes proyectos para la provincia. Ahora llegó el tiempo de consolidar lo que se hizo y obviamente ir por más. Tienen todo por delante para legislar y si ponen mucho empeño seguramente los vamos a reconocer por mucho tiempo porque serán los que van a poner los pilares de una nueva provincia. La verdad que no va a ser menor la tarea que tienen para adelante y de mucho reconocimiento a futuro. (PUNTO CERO-Comunas).
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